El avance de las criptomonedas en el mundo
Autoridades bancarias internacionales aún consideran a las criptomonedas como productos de nicho, pero bancos centrales de diversas partes del mundo ya exploran el manejo de sus propias monedas digitales
María Fernanda NavarroBooking, el portal de búsqueda de costos preferentes en reservaciones para viajes adoptó el pago con criptomonedas; hace unos días el alcalde de Miami propuso recaudar impuestos en Bitcoin y la semana pasada el banco más antiguo de Estados Unidos, Bank of New York Mellon, creó una división de activos digitales para que sus clientes puedan invertir, custodiar y transferirlos.
El avance de las monedas digitales es inminente, pese a que aún son consideradas como un producto de nicho por autoridades bancarias internacionales. Sin embargo, los bancos centrales empiezan a explorar su regulación.
De acuerdo con una encuesta dirigida por el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) actualmente 86 por ciento de 65 bancos centrales incluidos en el estudio están experimentando con los beneficios o inconvenientes del manejo de estos activos, pero en todo caso la exploración ocurre en el terreno de sus propias monedas digitales denominadas como Central Bank Digital Currencies (Monedas Digitales de Bancos Centrales, abreviadas como CBDC).
Estas CBDCs son dinero emitido por el banco central denominado en la unidad de cuenta nacional y representan un pasivo del banco central, explica el documento Ready, stady, go? Resultados de la tercer encuesta de Monedas Digitales de Bancos Centrales del BIS.
Aunque se plantea como una nueva opción al público en general para “tener dinero”, sería diferente a las formas ya existentes de instrumentos de pago sin efectivo, transferencias de crédito, pagos con tarjeta y dinero electrónico toda vez que representaría un derecho directo a un banco central, en lugar de un pasivo de una institución financiera privada.
Estas monedas digitales también se distinguirían de criptomonedas digitales como Bitcoin u otros “tokens” privados, explica el BIS.
El estudio detalla que el 60 por ciento de los bancos centrales están realizando experimentos o pruebas de concepto, frente al 14 por ciento que avanza hacia acuerdos de desarrollo y pilotos.
Un dato interesante de la encuesta es que los países con economías emergentes reportan mayores motivaciones para emitir criptomonedas que los países con economías avanzadas, en gran medida por la inclusión financiera y la estabilidad financiera que estas monedas pudieran impulsar.
En el caso de los países con economías avanzadas, las principales motivaciones para la exploración de las monedas digitales se centran en la eficiencia y seguridad de los pagos que podrían ofrecer.
Pese a las claras intenciones de avanzar hacia las monedas digitales, la mayoría de los bancos centrales no tienen claridad en torno a la autoridad legal para emitir estas divisas y sólo una cuarta parte de los bancos centrales incluidos en la encuesta tienen claridad respecto a estas regulaciones.
Además apunta que es necesario un marco legal muy sólido e inequívoco de forma previa a la emisión de una CBDC por cualquier banco central.
Agustín Cartsens, gerente general BIS, señaló el pasado 27 de enero durante su participación en el Seminario del Hoover Institution Policy, que los bancos centrales deberán de garantizar la estabilidad del valor de las monedas digitales, la elasticidad de la oferta agregada de ese dinero y garantizar su supervisión y seguridad de operación del sistema.
Criptomonedas privadas
Durante su discurso, Carstens también se refirió a las monedas digitales emitidas de forma privada o los tokens al señalar que no son monedas separadas al sistema financiero ya existente.
Señaló al Bitcoin, que en un principio tuvo la intención de ser un sistema de pago alternativo sin la intervención de las autoridades, se ha convertido en una especie de burbuja y un esquema Ponzi, es decir, una operación fraudulenta de inversión que implica el pago de intereses a los inversores de su propio dinero invertido o del dinero de nuevos inversores.
La encuesta que explora el uso de las CBDCs señala que a las criptomonedas privadas aún se les considera productos de nicho sin un uso generalizado como medio de pago pero admite que en 2020 experimentaron un aumento en sus valores debido a la especulación.
Para Oswaldo Reyes, experto consultor en Blockchain y Bitcoin, el incremento en el interés de las criptomonedas está relacionado con el hecho de que muchas personas empezaron a considerarlas con un destino seguro para sus inversiones, por lo que resulta importante que la banca privada explore la incorporación de estas divisas.