Como la mayoría de los países del mundo, México ha visto un boom en la industria de los videojuegos en los últimos años. De hecho, México ha superado a Brasil como el mayor mercado de ingresos por videojuegos en América Latina. Además, México se ha convertido en el décimo mercado mundial de videojuegos, comparable a mercados más “maduros” como los de Alemania y Francia. Y, como señalan los expertos, el potencial de crecimiento de México es mucho mayor que el de algunos mercados establecidos. En definitiva, existe una gran oportunidad económica para el país.
Como ya se ha mencionado, la popularidad de los juegos ha aumentado en todo el mundo. Sin embargo, no se entiende lo amplio que es el sector de los juegos y la profundidad de las oportunidades que ofrece. La industria del juego es mucho más que la venta de juegos de alta calidad para consolas como la PS5 o la Xbox Series X. De hecho, estamos entrando en una era en la que el hardware, especialmente las consolas, es menos importante que nunca. Los juegos se están convirtiendo en algo más relacionado con el contenido y la propiedad intelectual.
El juego es un concepto amplio
Para explicar lo que queremos decir, examinemos lo que es un videojuego. Un ejemplo típico podrían ser los juegos de supervivencia que puedes encontrar en la plataforma de Plarium, uno de los líderes mundiales en juegos RPG y MMO. Plarium ha tenido un enorme éxito en la creación de juegos free-to-play, y su modelo de ingresos es un ejemplo de cómo la sofisticada propiedad intelectual es clave para ese éxito. Pero un juego también puede ser algo como Wordle, el sencillo juego de puzzle creado por Daniel Wardle. De la noche a la mañana, este juego de puzzle se convirtió en un éxito viral antes de que Wardle vendiera los derechos al New York Times por más de un millón de dólares.
En este sentido, la cuestión es que existen puntos de entrada al mercado de los juegos para todos los niveles. Alguien puede crear algo sencillo como Wordle (Wardle lo creó en pocos días) y ponerlo en la App Store, mientras que otros pueden aspirar a los juegos más sofisticados para los jugadores de PC. Es decir, la oportunidad existe tanto a nivel individual como empresarial.
Los gobiernos han reconocido la oportunidad para sus economías
En todo el mundo, los gobiernos han empezado a reconocer este hecho. Observamos que países como Italia, que durante muchos años estuvo a la zaga de sus pares europeos, ofrecen exenciones fiscales a las empresas que trabajan en el mercado de los juegos. Algunas estimaciones afirman que toda la industria mundial del juego tendrá un valor de más de 500.000 millones de dólares al final de la década. Para ponerlo en perspectiva, eso es aproximadamente la mitad del PIB actual de México.
Por lo tanto, ¿hay algo que sitúe a México en una posición única para capitalizar el floreciente mercado de los juegos? Todavía existen barreras para el progreso en México, como la falta de inversión en sus industrias creativas. Asimismo, las infraestructuras juegan un papel importante. Y a pesar del entusiasmo por los juegos en México, el país sigue teniendo una pequeña influencia en la producción de juegos. Un ejemplo típico es que hay alrededor de 1.600 juegos Android de editores mexicanos en la tienda Google Play. Parece mucho, pero eso representa menos del 1% del total mundial.
Sin embargo, hay esperanzas para el futuro, incluido el creciente reconocimiento por parte de las autoridades de que el juego y la educación pueden estar entrelazados. En los últimos años, varias de las principales universidades mexicanas han empezado a ofrecer programas de juego, que deberían dar resultados. Pero la oportunidad está ahí para ser aprovechada. México está lleno de jugadores apasionados, y también tiene el talento de los creadores listo para capitalizar si se les da las herramientas.