El desorden de la OPEP

En las últimas semanas las esperanzas de un gran acuerdo petrolero gestionado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), el cual eventualmente resultaría en recortes de producción coordinados entre sus miembros y otros países como Rusia, alimentaron una serie de alzas en los precios del crudo.

Pero los desacuerdos y desconfianza dentro del mayor cártel energético del mundo, el cual controla aproximadamente el 40 por ciento de la producción global, pintan un panorama pesimista.

Rolando Hinojosa Rolando Hinojosa Publicado el
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el declive
de precios que los contratos de futuros petroleros han registrado en el último año, mostrando el creciente pesimismo del mercado
"Algunos de nuestros vecinos han incrementado su producción a 10 millones de barriles diarios en años recientes y exportan esta cantidad, y ahora tienen el descaro de decir que todos deberíamos de congelar nuestra producción juntos”
Bijan Namdar ZangenehMinistro de Petróleo de Irán
"El petróleo shale en los Estados Unidos, no sé cómo vamos a vivir juntos. (...) Cualquier incremento en el precio, el shale llega inmediatamente a cubrir cualquier reducción (de producción)”
Abdallah Salem el-BadriSecretario general de la OPEP
"Recortar producción de bajo costo para subsidiar oferta de mayores costos sólo retrasa un ajuste de cuentas inevitable”
Ali bin Ibrahim al-NaimiMinistro de Petróleo
de Arabia Saudita
La industria estadounidense de los hidrocarburos shale ha socavado el rol histórico de control de precios de la OPEP

En las últimas semanas las esperanzas de un gran acuerdo petrolero gestionado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), el cual eventualmente resultaría en recortes de producción coordinados entre sus miembros y otros países como Rusia, alimentaron una serie de alzas en los precios del crudo.

Pero los desacuerdos y desconfianza dentro del mayor cártel energético del mundo, el cual controla aproximadamente el 40 por ciento de la producción global, pintan un panorama pesimista.

Declaraciones recientes por parte de autoridades de la OPEP dejan en claro que el rebalanceo del mercado petrolero global aún se encuentra lejano, y que aún hay un largo y doloroso camino por recorrer antes de que se toque fondo.

Recorte improbable

Los países productores de crudo, tanto dentro como fuera de la OPEP, tendrían que recortar su producción en 5 a 10 por ciento para lograr rebalancear el mercado, según estimaciones del Ministerio de Petróleo y Gas de Omán.

Pero Arabia Saudita, el líder de la OPEP al ser su mayor productor y exportador, ha rechazado estar buscando recortes de producción, ya que no confía en que otros países se adhieran a éstos, lo cual representaría una pérdida para su participación de mercado.

Ali al-Naimi, el ministro de Petróleo saudí, además indica que implementar recortes de producción para implementar los precios sería una forma ineficiente de balancear el mercado.

En el marco de la conferencia IHS Energy CERAWeek celebrada esta semana en Houston, Texas, Al-Naimi dijo que “recortar producción de bajo costo para subsidiar oferta de mayores costos sólo retrasa un ajuste de cuentas inevitable”.

El influyente ministro saudí indicó que los productores con mayores costos tienen que “reducir sus costos, pedir dinero prestado, o liquidarse”, agregando que “suena duro, y por desgracia lo es, pero es la forma más eficiente de rebalancear los mercados”.

Rechazo iraní

Al-Naimi no es el único ministro de la OPEP que ha rechazado contundentemente la posibilidad de un recorte de producción.

Bijan Namdar Zanganeh, ministro de Petróleo de Irán, llamó “ridículo” el acuerdo preliminar alcanzado entre Arabia Saudita y Rusia, el cual hubiese congelado su producción en los niveles registrados en enero de este año.

Zanganeh indicó que Irán aún planea incrementar en un millón de barriles diarios su producción de crudo para el cierre del año, buscando recuperar la participación de mercado que perdió tras la imposición de sanciones económicas internacionales en 2012.

El acuerdo pondría “demandas poco realistas” sobre Irán, ya que sus niveles de producción se encuentran deprimidos artificialmente como consecuencia de las sanciones, mientras que los de sus rivales Arabia Saudita y Rusia, los dos mayores productores del mundo, se han expandido hasta rebasar los 10 millones de barriles diarios.

Coexistir con el shale

Agregando aún más pesimismo a los mercados, Abdallah Salem el-Badri, secretario general de la OPEP, admitió durante el IHS Energy CERAWeek que los países que componen su organización no saben cómo coexistir con la industria energética estadounidense tras la revolución de la explotación de recursos de esquisto (shale, en inglés).

“El petróleo shale en los Estados Unidos, no sé cómo vamos a vivir juntos. (…) Cualquier incremento en el precio, el shale llega inmediatamente a cubrir cualquier reducción (de producción)”, aseguró El-Badri, dando crédito a los temores de que la guerra de precios liderada por Arabia Saudita podría no tener un fin en el corto o mediano plazo.

La Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que la producción shale crecerá en 1.3 millones de barriles diarios del 2015 al 2021, a pesar del entorno de bajos precios, gracias a alzas previstas a partir del 2018.

Las declaraciones de El-Badri además reiteran cómo el shale ha socavado el rol histórico de control de precios de la OPEP, presionando los precios a pesar de cualquier recorte de producción que otros países realicen.

Con estos factores en mente, la AIE prevé que la sobreoferta global de crudo, y los bajos precios y dificultades económicas que la acompañan, persistirán hasta el 2017, y aún entonces la recuperación será lenta gracias a los enormes inventarios que se han acumulado en los últimos años.

En palabras de Mark Papa, ex-director ejecutivo de EOG Resources y uno de los principales arquitectos de la revolución shale, “pasar por este valle va a ser muy, muy feo”.

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