En la exclusiva reunión de Jackson Hole que se realizó la semana pasada, organizada por el Banco de la Reserva Federal de Kansas City, los banqueros centrales de algunos de los países más ricos del mundo se mostraron divididos respecto a cómo enfrentar la actual realidad económica.
Mientras que algunos, como la Reserva Federal (Fed), no encuentran la manera de retirar sus programas no-convencionales de estímulo, otros como el Banco Central Europeo (BCE) no saben si están haciendo lo suficiente para estimular a sus economías.
El debate se complica al considerar que mientras el crecimiento económico en estos países siga siendo bajo, sus altos niveles de desempleo no caerán.
Pero mientras más se mantengan las atípicamente bajas tasas de interés empleadas para estimular a la economía, más probabilidad hay de que éstas desaten una nueva crisis financiera.
Fed: ¿Cuándo acabarán?
Aunque los planes de la Fed para poner fin a su programa de compra de activos en octubre de este año siguen estando vigentes, aún no es enteramente claro cuándo elegirá el banco central estadounidense subir sus tasas de interés de referencia.
Algunos oficiales de la Fed prevén que esto se realice a mediados del 2015, o quizá un poco más tarde, pero otros, incluyendo a su presidenta, Janet Yellen, han indicado que la situación laboral en Estados Unidos sigue sin mostrar suficientes señales de encontrarse en una recuperación sostenible.
> Yellen subraya estímulo
“La economía ha progresado considerablemente para recuperarse de su mayor y más sostenida pérdida de empleo (desde la Gran Depresión)”, dijo Yellen en Jackson Hole.
La presidenta agregó que aún existe “una subutilización significativa de los recursos laborales”.
Sin embargo, la Reserva Federal aún tiene espacio para decidir cuándo subir las tasas, pues la inflación en Estados Unidos se ha mantenido por debajo del objetivo de 2 por ciento del banco central.
> BCE: Estímulo insuficiente
Mientras que la Fed no encuentra la mejor manera de dejar atrás sus programas de estímulo, el BCE se enfrenta a la situación contraria, sin saber cómo lanzar estímulos efectivos que logren combatir el desempleo y el nivel de inflación peligrosamente bajo que existen en la zona euro.
En esto la revista The Economist ha criticado al BCE, apuntando que aunque éste reaccionó fuertemente a la crisis del 2008, no ha dado una respuesta lo suficientemente efectiva a los actuales problemas de la Zona Euro, sobre todo en lo referente al peligro de la deflación en la región.
El QE europeo
Aunque algunos expertos apuntan que un programa de estímulo cuantitativo (QE, por sus siglas en inglés) por parte del BCE podría frenar algunos de los problemas de Europa, otros señalan las dificultades de esto.
No solo resultaría políticamente difícil llevarlo a cabo, esto debido a la oposición del influyente banco central de Alemania, sino que además hacerlo no resolvería la necesidad de realizar reformas estructurales en países como Francia e Italia.