El ejemplo brasileño

En febrero de este año, Petrobras, la empresa estatal de Brasil, nombró como directora a una mujer, la primera vez que ocurre en el mundo en una multinacional de petróleo y gas.

El anuncio se dio a pocos meses de que se publicara la intención de la compañía de invertir 225 mil millones de dólares durante la siguiente década para excavar pozos profundos en la costa brasileña de hasta 30 kilómetros.

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Por ciento de la inversión de Petrobras será dentro de Brasil en su plan 2011-2015.
Pemex debe encontrar el balance perfecto entre Estado e inversión privada, buscando atraer la experiencia y tecnología internacional, mientras aún preserve las ganancias nacionales.
"Creo que México debería dedicar el 100 por ciento de los ingresos petroleros a desarrollar capital humano y desarrollo tecnológico. Nosotros los políticos no deberíamos ser capaces de tocar ese dinero”
Vicente FoxEx presidente de México

En febrero de este año, Petrobras, la empresa estatal de Brasil, nombró como directora a una mujer, la primera vez que ocurre en el mundo en una multinacional de petróleo y gas.

El anuncio se dio a pocos meses de que se publicara la intención de la compañía de invertir 225 mil millones de dólares durante la siguiente década para excavar pozos profundos en la costa brasileña de hasta 30 kilómetros.

Su modelo de inversión pública-privado ha sido todo un éxito desde su implementación. Y podría ser tomada como ejemplo para la necesaria reforma energética mexicana proclamada por muchos, particularmente Enrique Peña Nieto, el virtual ganador a la presidencia.

Nueva dirección en tacones

María das Graças Silva Foster es hoy la directora de la cuarta empresa más grande del mundo, por capitalización de mercado.

Originaria de Caratinga, la ingeniera química, quién es apodada “Caveirao” (nombre popular para el carro blindado usado en batallas policiacas), llevaba trabajando en Petrobras 24 años cuando la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, la invitó a ser su directora.

Silva Foster toma la batuta de la empresa en un momento clave en su historia. Petrobras produce hoy el 91 por ciento del petróleo y el 90 por ciento del gas natural del país, siendo controlada en un 51 por ciento por el gobierno, y el porcentaje restante por el sector privado.

Tal modelo de inversión público-privado fue inaugurado por el presidente anterior a Dila, Lula da Silva, en 2010. En su oferta inicial se postularon acciones valuadas en 72.8 mil millones de dólares en el mercado para atraer la inversión privada.

Con esta estrategia de capitalización, la empresa pudo impulsar su capacidad de producción diaria hasta la actual de 2.6 millones de barriles al día. Petrobras tiene como misión llegar a los 5 millones de barriles diarios para el fin de la década, una meta ambiciosa.

Ante esto, Petrobras también se enfrenta a nuevos retos dentro de su estrategia de exploración de pozos profundos. Recientemente, la empresa brasileña no ha crecido tanto como antes, ampliando su producción solo un 1.5 por ciento el año pasado.
Peor aún, quedan solo por explorar campos profundos y complejos, y más lejanos de la costa brasileña.

La nueva apuesta de la empresa es el “Deep Drill”, las excavaciones “fuera de costa”, que van desde pozos de 7000 metros hasta 30 kilómetros de profundidad. El arriesgarse a ir por el petróleo de los desarrollos presalados es complicado dada su lejanía de la costa y la impresionante profundidad, para lo que se necesitan conocimientos técnicos altamente especializados.

Aun así, Brasil espera que se pueda llegar a extraer el 90 por ciento de su producción petrolera en campos “offshore”, y por esto se espera una inversión de 225 mil millones de dólares en la siguiente década.

Es un reto que podría poner en riesgo la estabilidad energética del país, aunque con la nueva dirección de Silva Foster, la empresa apunta para mantenerse como el modelo a seguir para empresas de gobierno que buscan el balance entre inversión privada, para asegurar financiamiento, y a la vez brindar protección al patrimonio nacional.

Petrobras debe entablar los nuevos retos para su desempeño de la siguiente década. ¿Se abrirá a un modelo de negocios orientado más hacia el mercado, o se enfocará en regresar más control al estado, protegiendo al país de intereses internacionales?

Modelo para México

Por años se ha discutido la necesidad que tiene México de crear una eficiente reforma energética, en la cual se permita la inversión privada en Pemex, y el modelo introducido por Petrobras parece ser el adecuado para que se use como base para la reforma.

Durante el sexenio que termina en diciembre no se pudo cumplir tal sueño.

Peña Nieto se ha mostrado públicamente a favor de una reforma constitucional que abra la posibilidad a empresas extranjeras de invertir en la exploración de pozos profundos mexicanos.

Ha proclamado su interés para atraer inversión privada en la producción, exploración, y refinería, con tal de hacer una eficiente y efectiva política energética.

Pemex debe encontrar el balance perfecto entre Estado e inversión privada, buscando atraer la experiencia y tecnología internacional, mientras aún preserve las ganancias nacionales.

Se debe crear una cultura basada en méritos y disciplina, que cree un ambiente eficiente en el cual invertir nuestro patrimonio nacional.

La producción de Pemex se encuentra en alrededor de 2.8 millones de barriles por día, y se prevé que tal producción sea estable, al menos que haya un incremento notorio en la inversión a nuevos pozos.

El país sigue importando más del 40 por ciento de su gasolina, a falta de la capacidad de refinería local con el argumento de que las plantas son caras y complicadas de crear.

Peña Nieto ha mencionado su interés en abrir el mercado para que el sector privado pueda hacer tal tarea y crear una oferta de gasolina suficiente a precios competitivos.

Por lo mismo, ha propuesto vender acciones para encontrar financiamiento para nuevos proyectos, pero manteniendo la empresa en manos del Estado mexicano.

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