La situación en España pinta para tener una larga historia.
Aunque el anuncio del Banco Central Europeo sobre su programa de compra de bonos ilimitados para países emproblemados redujo en gran parte las presiones especulativas a las finanzas de España, otra amenaza ha empezado a surgir con consecuencias a largo plazo.
El escape de capital español del país ibérico hacia otros países europeos y hacia otros continentes se ha propagado a niveles alarmantes.
En julio, los españoles retiraron cerca de 75 mil millones de euros de sus bancos, ante la especulación de una posible ruptura en el sistema financiero español.
Según el New York Times, el capital que ha salido de España en los últimos tres meses equivale al 50 por ciento del PIB del mismo trimestre.
Este capital es en parte estimado tanto por la venta de bonos y acciones por parte de foráneos buscando sacar sus inversiones de España, como de la salida de los ahorros de los propios españoles a bancos extranjeros ante la especulación de que España pueda decidir regresar a la peseta.
Aunado a la salida del capital financiero, y quizá más agraviante para el desarrollo del país, también ha aumentado la salida de la fuerza laboral más especializada.
Ante la difícil situación laboral en España, donde la tasa de desempleo general sigue alrededor del 25 por ciento, ha aumentado la proporción de españoles buscando trabajo en otros países.
Según cifras oficiales del Reino Unido, 30 mil españoles se han registrado para trabajar en el Reino Unido en el último año. Esto muestra un aumento del 25 por ciento en el año.
Ante tal situación, ha crecido la presión hacia el primer ministro español Mariano Rajoy de usar el programa de compra de bonos que ha ofrecido el BCE.
No a los bonos
Aún así, pocos momentos después de que el BCE anunciara su programa de compra de bonos para los países en problemas, Rajoy anunció que España no tomará ventaja de tal mecanismo por el momento.
Según analistas europeos, ante la negativa perspectiva sobre el futuro de España, el mercado espera que el país pida formalmente un rescate bancario en las siguientes semanas.
De igual forma, en los siguientes meses, Rajoy tendrá que enfrentar la difícil tarea de buscar mayores recortes en el presupuesto gubernamental y alguna forma de resolver las crisis de endeudamiento que sufren muchas regiones españolas.