Tener una de las 42 millones de microempresas en China debe ser todo un reto. El año pasado, tan solo el 3 por ciento de éstas pudieron recibir un préstamo por parte de una institución bancaria.
La falta de ahorros claramente no es un problema, pues según Bloomberg más de 36 billones de yuanes (aproximadamente 5.6 billones de dólares) en ahorros domésticos están estacionados en los bancos.
Ante tal demanda por préstamos, y la oferta considerable de dinero, nacieron intermediarios que facilitan los créditos, pero que operan sin reglas establecidas.
Son los sitios en Internet de préstamos entre personas, y están creciendo a ritmos acelerados en China.
Más de 2 mil sitios como éstos han aparecido desde el 2007, incrementando en 300 veces la cantidad de créditos en el sistema bancario “sombra” del país asiático.
Por supuesto que las reglas dependen del sitio, pero todas tienen en común que cualquier persona puede ingresar, ya sea como prestamista o cliente, y registrar sus datos personales.
Para lo que quieras
El fin del financiamiento no es importante, sino que se paguen los préstamos.
En uno de los sitios más importante, ppdai.com, que tiene más de 1.1 millones de usuarios, se puede obtener dinero para proezas personales o empresariales.
Si uno tiene algo de sobra, también puede prestar a personas con tasas que van desde el 3 hasta el 23 por ciento.
Según datos de la empresa, casi 80 por ciento de los préstamos van a pequeñas y medianas empresas, y tan solo 3.5 por ciento de éstos no se pagan a tiempo.
Los casos más extremos, que llevan vencidos más de 90 días, representan el 1.2 por ciento, ligeramente por encima del 0.9 por ciento reportado por bancos comerciales.
La idea del micro financiamiento para el desarrollo no es algo necesariamente nuevo. De hecho, sitios como estos comenzaron en Estados Unidos en 2005 y pronto llegaron al Reino Unido y Alemania.
Sin embargo, el éxito más importante aparentemente se ha dado en China, donde las personas son fervientes ahorradores y donde el mercado financiero está mucho más limitado y sesgado a favor de las grandes empresas.
No obstante, no todo es color de rosa. Autoridades tanto de Estados Unidos como de China ya han sonado algunas alarmas de precaución, pues al estar fuera del sistema regulatorio, no existe manera de garantizar los depósitos de los prestamistas.
El riesgo es inmenso si las personas comienzan a usar sus ahorros en una actividad de tanto riesgo y sin alguien que vigile a los sitios.