Aún en la etapa de evaluación de los daños causados por el paso del huracán “Sandy” por el noreste de Estados Unidos, se vuelve a recalcar el impacto económico que el cambio climático puede causar en la sociedad global.
Se estima que el impacto del huracán “Sandy” puede llegar a valer entre 35 y 45 mil millones de dólares, entre el costo de la infraestructura dañada y la pérdida de productividad por mantener el mercado laboral limitado por varios días.
Un reporte de la Universidad de Copenhagen sobre cambio climático concluye que no se puede asegurar que al menos un evento meterológico, como “Sandy”, haya sido causado directamente por el calentamiento global. Aunque la evidencia captada por más de cien años muestra una interconexión entre el calentamiento global y la frecuencia de tormentas, sequías, nevadas e inundaciones.
Efectos de la catástrofe
Al analizar el impacto económico del calentamiento global en el medio ambiente, se observa que es necesario un cambio en la política ambiental de los países industrializados para un sustentable desarrollo socioeconómico.
El Centro de Investigación Ambiental Integrativa (CIER) de la Universidad de Maryland ha promovido estudios donde cuantifican los costos de diferentes escenarios de catástrofes meteorológicas en Estados Unidos.
El primer efecto notorio en el último centenar de años es el incremento en la frecuencia de tormentas y ciclones tropicales, de mayor potencia y dimensión que atacan las costas.
El impacto económico es evidente tanto en el daño a la infraestructura y la pérdida de capital tangible, como las vías de transporte y la vivienda.
De igual forma, el aumento de tales lluvias en diferentes regiones agrícolas pueden afectar seriamente las cosechas y plantaciones, y estimular ondas inflacionarias en los productos más básicos.
Desde 1980 se han marcado en Estados Unidos 24 tormentas tropicales o huracanes con un valor agregado de 308 mil millones de dólares.
Además de 46 eventos climatológicos más con un costo por encima de mil millones de dólares. En agregado, se estima que se ha gastado en Estados Unidos más de 564 mil millones de dólares en catástrofes relacionadas a eventos climatológicos.
Clima y calidad de vida
Mientras que algunas regiones presentan aumentos en inundaciones, otras zonas agrícolas muestran el caso contrario, aunque igualmente peligroso.
La alza en sequías en zonas agrícolas crea un devastante impacto en la economía, al reducir la producción de productos agrícolas como el trigo, o la producción proveniente del ganado, como leche y huevo.
Ante menor cultivo de trigo y pasto, menos alimentación para las gallinas y las vacas, y menos es su producción consecuente.
El otro efecto climatológico notoriamente evidente es la alza en intensidad y constancia de las ondas de calor en el mundo.
El calentamiento global es especialmente amenazante para la calidad de vida de las ciudades, donde ondas de calor crean fuertes estragos en el sistema médico y laboral de ciudades desprevenidas para aumentos en la temperatura.
De igual forma, ante el constante aumento de la temperatura promedio de la época de verano, aumenta la demanda para aclimatización, la cual es fundamentada en el uso de la electricidad.
Tomando en cuenta que el aumento en la demanda de electricidad no ha ido a la par con el aumento en capacidad productiva de electricidad, se estiman olas inflacionarias en el precio de la electricidad en los veranos cada vez más intensos.
En otro ángulo, la captación de gas natural y petróleo en el Golfo de México soporta entre el 20 y 30 por ciento de sus respectivas industrias en Estados Unidos.
El aumento del promedio de tormentas con mayor poder destructivo podrían parar la capacidad de producción, y consecuentemente, elevar el precio de ambas fuentes de energía.
Peligro que acecha
Aparte del efecto indirecto que el cambio climático tiene en la economía, existen diversas industrias que vivirán un efecto focalizado a su esquema de negocios.
La primera industria con mayor efecto es el mercado de las aseguradoras. Se estima que el 90 por ciento de las catástrofes aseguradas son relacionadas con efectos climatológicos.
Tales eventos generalmente van de la mano con un aumento en las primas de seguros y reducción en las coberturas.
De igual forma, la industria del turismo y de actividades recreativas sufrirán un impacto negativo ante efectos climáticos que distorsionen el ecosistema en el que se basan.
En otro aspecto, el efecto del cambio climático no se distribuye de forma uniforme alrededor del mundo.
Mientras que los países industrializados son los que más emisión de CO2 han entregado al mundo en los últimos 50 años, los países más pobres resultan ser los más dañados en consecuencias para la salud.
Esa situación contempla un gran riesgo socioeconómico ante una posible migración masiva alrededor del mundo.