El lastre del superdólar

Después de un marzo con un pobre desempeño, la recuperación económica de Estados Unidos, el mayor socio comercial de México, se está viendo cuestionada.

El gobierno estadounidense estima que en el mes pasado el sector privado de su país generó 126 mil empleos, el menor nivel de contrataciones desde diciembre del 2013 y una cifra muy por debajo del promedio de 245 mil empleos arrojado por una encuesta de 98 economistas realizada por Bloomberg.

Rolando Hinojosa Rolando Hinojosa Publicado el
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por ciento la tasa de desempleo en Estados Unidos; aunque ésta ha caído en los últimos meses, en parte se ha debido a trabajadores que dejan por completo la fuerza laboral

Después de un marzo con un pobre desempeño, la recuperación económica de Estados Unidos, el mayor socio comercial de México, se está viendo cuestionada.

El gobierno estadounidense estima que en el mes pasado el sector privado de su país generó 126 mil empleos, el menor nivel de contrataciones desde diciembre del 2013 y una cifra muy por debajo del promedio de 245 mil empleos arrojado por una encuesta de 98 economistas realizada por Bloomberg.

El menor ritmo de contrataciones, que en el caso del sector manufacturero de hecho fue una contracción, ha sido asociado con el invierno inusualmente frío que se vivió en la mayor parte de Estados Unidos.

Sin embargo, la unidad de inteligencia económica de Bloomberg señala que esta caída no sólo se debe a factores estacionales, ya que el fortalecimiento del dólar también es responsable. Esto se debe a que la pareciación de la moneda tiene un efecto negativo sobre el sector exportador y la industria doméstica.

En la opinión de los expertos, los menores ingresos que las exportaciones estadounidenses reciben a raíz de la apreciación del dólar no sólo afectan negativamente al sector manufacturero, sino a muchas partes del sector servicios que se encuentran asociadas a éste.

Además, indican que esto podría nublar el panorama para la Reserva Federal (Fed), el banco central estadounidense, y retrasar la decisión de alzar la tasa de interés de referencia que ha sido ampliamente prevista para mediados de este año.

Calendario de la Fed

En lo que resta del año, se prevé que la Fed tenga tres oportunidades para anunciar una alza de tasas: durante sus reuniones de junio, septiembre o diciembre.

Para los mercados financieros y para las autoridades económicas de los países emergentes como México, estas fechas son importantes ya que el no reaccionar adecuadamente a una alza de tasas por parte de la Fed podría llevar a una fuerte fuga de capital en sus economías.

Por lo pronto, los más recientes datos sugieren que la Fed se mantendrá paciente en junio, esperando ver señas más claras de una recuperación sostenible en su país.

Pero con datos decepcionantes por parte de los sectores manufacturero y energético, y previsiones de un segundo trimestre débil, los economistas de Bloomberg indican que incluso septiembre podría ser demasiado pronto para una alza de tasas.

En ese sentido, la estrategia anunciada de la Fed (que ata sus decisiones al desempeño de los indicadores económicos sin dar cifras de referencia específicas) le otorga la flexibilidad suficiente para retrasar la normalización de su política monetaria.

Pero esperar demasiado también conlleva riesgos importantes, ya que crea distorsiones en los mercados financieros que podrían llevar a la creación de burbujas y desembocar en otra crisis.

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