El paso del tiempo a través de la Televisión

La televisión mexicana cumple 70 años de existir y aunque el modelo de la industria se ha transformado, aún tiene un arraigo importante entre la población
Nayeli Meza Orozco Nayeli Meza Orozco Publicado el
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En 1950 se prendió por primera vez la televisión en México. Durante este tiempo se consolidó un importante imperio sustentado en empresas de entretenimiento como Grupo Televisa y TV Azteca.Pero más allá del negocio, la caja de imágenes y sonidos tiene un valor incuantificable para la sociedad.

La televisión se convirtió en un puente que llevó a millones de mexicanos a conocer otras sociedades, países y rostros en diferentes latitudes. Todos los días disfrutaban, y aún lo hacen, de telenovelas, películas, series y clásicos de la Época de Oro.

Hoy, el modelo de la televisión es distinto: la oferta es más variada y aunque compite con otros sistemas, aún tiene un peso importante entre la población mexicana.

A la fecha, los televisores son los bienes de mayor penetración en los hogares, ya que el 92.9 por ciento cuenta con al menos uno, de acuerdo con cifras del Inegi y del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).

Álvaro Cueva, crítico de televisión, considera que el comienzo de la señal en el país trajo no solo una importante innovación, ya que a su paso dejó un legado que es muy difícil de igualar e incluso superar.

La mayor aportación de la televisión a México fue la unidad. Muchos quizá no lo recuerdan o no lo aprecian, pero consiguió el milagro de que toda la nación recibiera por primera vez las mismas imágenes y sonidos cuando llegó al país. Esto no tiene precio
Álvaro CuevaCrítico de televisión

Sin embargo, el experto asegura que la evolución de la televisión mexicana ha sido muy irregular porque transitó por momentos de gloria con mucha inversión técnica hasta llegar a un momento que en términos editoriales y de contenidos se queda corta, pues está sujeta a muchos intereses políticos y empresariales. En suma, esto derivó que a la fecha exista una programación deficiente en la que es complicado encontrar contenidos de calidad.

Grandes precursores

La historia de la televisión mexicana no puede contarse sin el ingeniero Guillermo González Camarena, quien fue el inventor mundial de la televisión a color.

Para el año de 1934 fabricó una cámara de televisión con diferentes partes de una radio. “Yo sueño en blanco y negro”, se lee en una publicación de la Gaceta UNAM. Las personas que lo conocieron narran que el tapatío soñaba que con la invención de un sistema a color la nueva televisión mejoraría. Y así fue.

En la industria, algunos de los pioneros fueron Xavier López“Chabelo”, el periodista Jacobo Zabludovsky, quien condujo por casi tres décadas el noticiario 24 horas, y la presentadora Verónica Castro

Otros de los nombres que aún permanecen en la memoria son Miguel Sabido, conocido por ser el padre de las telenovelas y las pastorelas, también destaca el actor y director Ernesto Alonso, el productor Miguel Ángel Herros, y no puede faltar Epigmenio Ibarra, quien produjo la famosa telenovela “Mirada de mujer” realizada por Argos Comunicación para TV Azteca en 1997.

Repensar los contenidos de la Televisión mexicana

Con el transcurrir del tiempo el esquema tradicional perdió fuerza entre las nuevas generaciones, pero Álvaro Cueva atribuye esto a que los empesrios se olvidaron de los jóvenes, en otras palabras, el crítico manifiesta que en el mercado sí hay talento y también potenciales consumidores, sin embargo, no existe una industria que les responda y esto se puede convertir en un problema muy serio si no se corrige pronto.

“Los medios de toda la vida no están apostando al talento juvenil ni infantil, al contrario se burlan de ellos y el resultado es que tenemos a nuevas generaciones que se identifican más con la telenovelas coreanas que con las mexicanas y eso es muy delicado en términos ideológicos”, agrega.

El especialista en medios audiovisuales, Álvaro Cueva, es contundente sobre el futuro de la televisión mexicana: no va a desaparecer nunca, lo que tal vez ocurra es que cambie de nombre o se diversifique, pero está seguro de que siempre existirá.

“La televisión no se destruirá, solo se transformará, aunque existe una necesidad imperiosa de que repensemos los contenidos que estamos haciendo. Es muy complicada la situación de la televisión y tenemos que ser cuidadosos porque este invento que alguna vez le dio identidad y presencia a nuestro país puede terminar en otras manos”.

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