El primer triunfo
México logró que Estados Unidos eliminara los aranceles a las importaciones de acero y aluminio, una decisión que también podría influir para que la ratificación del T-MEC ocurra pronto
Viviana BranEl primer triunfo de la Cuarta Transformación en materia comercial ocurrió. México y Canadá salieron victoriosos de la disputa que comenzó hace un año debido a que la Casa Blanca eliminó los aranceles a las importaciones de acero y aluminio.
El acuerdo puso en marcha el retiro de las cuotas de 25 por ciento al acero y 10 por ciento al aluminio mexicano y canadiense, luego de que en junio pasado bajo la Sección 232 de la Ley Comercial de Estados Unidos se impusieran dichos gravámenes.
De acuerdo con la Secretaría de Economía (SE), la estrategia de represalias puesta en marcha por parte de México a ciertos productos estadounidenses, en especial los agrícolas, fue determinante para que el país vecino rectificara su decisión.
Juan Carlos Baker Pineda, exsubsecretario de Comercio Exterior, asegura que la eliminación de estas tarifas es una noticia positiva, ya que el comercio del acero y aluminio se normalizará en América del Norte.
Asimismo, el también académico de la escuela de gobierno y economía de la Universidad Panamericana insiste en que el mayor logro de este acuerdo es que el presidente Trump reconoció que sus socios comerciales no representan una amenaza para la seguridad nacional de su país.
“Se debe tomar en cuenta que las medidas espejo que México tomó como represalias hicieron que, de alguna manera, Estados Unidos recapacitara. Es muy interesante ver cómo el gobierno mexicano defendió sus exportaciones y cómo gracias a eso dejó de considerarse como una amenaza nacional e incluso abrió la posibilidad de rectificar más pronto el Tratado de Libre Comercio”, detalla el asociado de Comexi.
Socios a mano
Tras el acuerdo logrado con la Casa Blanca, México decidió retirar los aranceles de entre 5 y 25 por ciento, que en junio de 2018 impuso a productos como el whiskey, jamones, manzanas, quesos, arándanos, entre otros.
Manuel Padrón Castillo, socio en Baker Mckenzie, detalla que el interés de Estados Unidos al retirar los aranceles, consistió en mantener una relación comercial justa con México y Canadá.
“Estamos hablando de tiempos políticos en donde se tiene que esperar a que el presidente Trump quiera entregar su resolución al T-MEC. Sin duda para ambos países esto es algo muy bueno ya que las tarifas representaban un obstáculo mayúsculo para el proceso de ratificación hacia un nuevo tratado”, explica Padrón.
De acuerdo con las estimaciones de México ¿cómo vamos?, la recaudación por concepto de importaciones que espera el gobierno para este año es de 70 mil millones de pesos. Contrario a lo que se pueda pensar, la decisión de México por retirarle los aranceles al país vecino del norte no afectará este rubro.
Juan Carlos Baker Pineda, comenta que el objetivo de los gravámenes que se impusieron en 2018 no fueron con la intención de recaudar más dinero, sino que se pretendía quitar el aumento a los impuestos por parte de EU.
“Estos aranceles no estaban contemplados en los objetivos de recaudación al final del año, es por eso que no se pierde en esta parte, ya que al final los terminan pagando los consumidores”, detalla Baker Pineda.
La noticia es positiva para la industria mexicana del acero y el aluminio, pues la venta de estos productos continuará de manera habitual. Durante 2017, México, Canadá y Brasil, fueron los principales países importadores de Estados Unidos.
México fue el cuarto mercado de donde se importó acero con mayor volumen, al ocupar 9 por ciento de los envíos totales hacia territorio estadounidense, las cuales representaron un monto de dos mil 077 millones de dólares.
T-MEC a la vista
Después de poner las cartas sobre la mesa, las reacciones en cadena de las buenas noticias no se hicieron esperar.
Uno de los beneficios que tuvo esta victoria comercial es que se abrió la posibilidad de ratificar de manera definitiva y en el corto plazo el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Aunque aún no hay nada seguro de que esto ocurra, especialistas aseguran que el acuerdo podría provocar una sorpresa y en poco tiempo obtener una firma por parte de los tres socios.
No obstante, otros analistas exponen que no se pueden dar las cosas por sentado, ya que aún hay muchos factores de por medio, como las elecciones que se avecinan en Estados Unidos y los conflictos con China.
Manuel Padrón Castillo revela que a pesar de las condicionantes que la Casa Blanca le puso a México sobre el paso del acero chino a territorio estadounidense, estas medidas no afectarán la relación entre el águila azteca y el dragón asiático, ya que 80 por ciento de la relación de México es con Estados Unidos y Canadá.
“El comercio entre México y China se incrementó en los últimos años de manera importante y las medidas implementadas por el presidente Donald Trump no deben representar ninguna amenaza para los chinos. Se debe considerar que, a pesar de que se generó empatía con el reciente acuerdo arancelario, aún se pueden poner más obstáculos en la aprobación del T-MEC”.