El regreso de Gates
Después de seis años de ausencia, Bill Gates está de vuelta. O por lo menos ése parece ser el mensaje que el magnate estadounidense y fundador de Microsoft, la mayor empresa de software del mundo, está enviando a los mercados.
Gates dejó la dirección ejecutiva de Microsoft en el 2000, y dejó de trabajar de tiempo completo en la empresa en el 2008.
Rolando HinojosaDespués de seis años de ausencia, Bill Gates está de vuelta. O por lo menos ése parece ser el mensaje que el magnate estadounidense y fundador de Microsoft, la mayor empresa de software del mundo, está enviando a los mercados.
Gates dejó la dirección ejecutiva de Microsoft en el 2000, y dejó de trabajar de tiempo completo en la empresa en el 2008.
Ahora, después de haber anunciado el 4 de febrero de este año que se retiraría de la presidencia del consejo administrativo de Microsoft después de 33 años en el puesto, Gates se convertirá en el asesor tecnológico del nuevo director ejecutivo de la empresa, Satya Nadella, e incrementará considerablemente su tiempo en la compañía.
En un video creado para discutir el nuevo rol de Nadella, Gates declaró que le da “mucha emoción que Satya me haya pedido estar más presente, aumentando sustancialmente el tiempo que paso en la compañía”.
Gates describió su nuevo rol, indicando que tendrá “más de un tercio de mi tiempo disponible para reunirme con grupos de trabajo de productos, y será divertido definir las próximas rondas de productos al trabajar juntos”.
Pero, viendo a Gates seguir el mismo camino que otros empresarios tomaron, como el caso de Steve Jobs en Apple o de Michael Dell en Dell, al volver a tomar un rol activo en la compañía que fundó, algunos se preguntan qué quiere lograr Gates, y si será capaz de ayudarle a Microsoft a volver a la innovación y creatividad que la impulsaron en sus inicios.
Sin garantías de éxito
Los escépticos del retorno de Gates apuntan que por cada Steve Jobs que vuelve a Apple e inventa un producto como el iPhone, disparando dramáticamente el éxito de su empresa, hay una multitud de casos de empresarios que deberían haberse mantenido alejados de sus creaciones.
Ejemplos de esto incluyen el comportamiento de los fundadores de Best Buy, BlackBerry, Lululemon e incluso de General Motors. La crítica de estos casos apunta a que, a pesar del liderazgo y carisma que un fundador aporta y que puede llevar a grandes cambios, muchas veces la visión de este puede ser un obstáculo y evitar que la empresa se dedique a lo que necesita para seguir creciendo.
En esto cabe recordar que, aunque Nadella ve el futuro de Microsoft como una empresa cada vez más adaptada al mundo móvil y de la nube, una de las principales críticas a Gates es que no logró anticiparse o adaptarse a estas tendencias.
Sin embargo, su regreso también puede darle a la visión de Nadella el peso necesario para realizar los cambios necesarios en Microsoft