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El reto de Carstens

Agustín Carstens, gobernador del Banco de México (Banxico), y las otras autoridades del banco central mexicano han disfrutado de un respiro en las últimas semanas. 

Sin embargo, los mercados sugieren que no puede bajar la guardia ya que los días de baja inflación en el país están contados, y con ellos la cuenta regresiva hacia otra alza en las tasas de interés mexicanas.

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la apreciación que el peso mexicano ha registrado contra el dólar desde mediados de febrero hasta el día de ayer
"Ha habido algo de presión (inflacionaria) transmitiéndose. Es impacto de paso de la moneda. Tiene que ser monitoreado”

Agustín Carstens, gobernador del Banco de México (Banxico), y las otras autoridades del banco central mexicano han disfrutado de un respiro en las últimas semanas. 

Sin embargo, los mercados sugieren que no puede bajar la guardia ya que los días de baja inflación en el país están contados, y con ellos la cuenta regresiva hacia otra alza en las tasas de interés mexicanas.

Tras las medidas de intervención cambiaria emprendidas en conjunto por Banxico y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a mediados de febrero, el peso se ha apreciado más de 8.3 por ciento contra el dólar.

Además, la tasa de inflación anualizada de México se ha mantenido por debajo del objetivo oficial de Banxico (3 por ciento, más o menos un punto porcentual) durante los últimos 14 meses consecutivos, y durante la primera quincena de marzo ésta se desaceleró de forma inesperada. 

Al mismo tiempo, la tendencia de descenso en la tasa de desempleo del país ha persistido, y se prevé que continúe a través del año.

A esto se agrega el que las autoridades de la Reserva Federal (Fed), el banco central estadounidense, han enfatizado que sus propias alzas de tasas serán graduales, reduciendo las expectativas de un alza para su reunión del 26 y 27 de abril.

En conjunto, estos factores han reducido la presión alcista para Banxico, permitiéndole mantener intacta su tasa de interés de referencia en 3.75 por ciento durante la reunión de su Junta de Gobierno del 18 de marzo.

Pero a pesar de estas condiciones, las expectativas inflacionarias de los mercados de bonos se incrementaron en la última semana, y aún este incremento podría no estar reflejando por completo la magnitud los riesgos de alza.

Inflación cambiaria

Las expectativas inflacionarias presentes en los mercados “parecen un poco bajas”, dijo Alberto Ramos, economista en jefe para Latinoamérica en el banco Goldman Sachs, en entrevista con Bloomberg.

Ramos indica que la depreciación del peso, que a pesar de su reciente éxito ha perdido más de 12.6 por ciento de su valor frente al dólar en el último año, causará que la inflación se acelere, y que esto a su vez empujará a Banxico a mayores alzas en su tasa de interés.

“Ha habido algo de presión (inflacionaria) transmitiéndose. Es es impacto de paso de la moneda. Tiene que ser monitoreado”, advierte Ramos, quien prevé que la inflación mexicana cerrará el 2016 a una tasa anualizada de 3.4 por ciento.

Si esta mayor inflación se materializa, y se suma a alzas de tasas en Estados Unidos en los próximos meses, Banxico se verá forzado a actuar para preservar la estabilidad cambiaria e inflacionaria.

Esto sería una contradicción de lo afirmado por Carstens el 17 de febrero, cuando se anunció la intervención extraordinaria de Banxico y la SHCP. En esa ocasión Carstens afirmó tres veces que el alza anunciada “no constituye el inicio de un ciclo de contracción monetaria”.

Fed: Pausa cautelosa

Tras haber realizado su primer alza de tasas de interés en casi una década en diciembre del 2015 y publicar planes que señalaban cuatro alzas de tasas para este año, la Fed ha tenido que poner en pausa su ciclo alcista debido a la volatilidad y temor con los que arrancó el 2016.

Esta cautela se ha reflejado en los comentarios realizados por las autoridades del banco central en las últimas semanas.

Janet L. Yellen, presidenta de la Fed, dijo el martes que es apropiado “proceder con cautela”, y que la velocidad de las alzas de tasas será “gradual”. El tono acomodaticio de Yellen desplomó el valor del dólar contra una canasta de 10 divisas a su punto más bajo en nueve meses.

Estos comentarios hacen eco a los realizados por John C. Williams, presidente del Banco de la Reserva Federal de San Francisco, quien aboga a favor de un camino “gradual pero seguro” para las alzas de tasas.

Por su parte Charles L. Evans, presidente del Banco de la Reserva Federal de Chicago, dijo ayer que “dada la economía que estamos viendo, serían dos alzas en este año” y que “en realidad no es crítico cuándo éstas tomen lugar. Supongo que diría que una a la mitad del año y otra al final”.

Estos comentarios han dado la impresión de que es más probable que las alzas de la Fed se presenten hasta el segundo semestre del año, reduciendo las expectativas de que se anunciará un cambio en su política monetaria a finales de abril.

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