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Cuando Apple lanzó iTunes y el iPod en 2001, revolucionó la industria musical e inauguró su dominio indisputable en este sector.
Casi 14 años después, el gigante de Cupertino sigue siendo el mayor comercializador de música del mundo, pero cambios en la industria lo obligan a lanzar un nuevo producto y usar todas las armas que tiene a su disposición para no perder su corona.
Durante su Conferencia Mundial de Desarrolladores, Apple anunció esta semana el lanzamiento, fijado para el 30 de junio de este año, de su nuevo servicio Apple Music.
A un precio de suscripción individual de 9.99 dólares mensuales (o 14.99 dólares para una suscripción familiar con múltiples cuentas), Apple Music combinará más de 30 millones de canciones del catálogo de iTunes con la plataforma de música por suscripción que Apple obtuvo al comprar a Beats Electronics el año pasado.
Apple Music está diseñado para darle pelea a competidores como Spotify y Pandora en el cada vez más importante sector del streaming musical.
Posterior al anuncio, expertos opinaron que la combinación de los 800 millones de usuarios de iTunes como suscriptores potenciales con las reservas de aproximadamente 178 mil millones de dólares (mmdd) en efectivo que Apple tenía al cierre del año pasado vuelven a Apple Music un rival formidable para sus competidores.
La ola del streaming
La entrada fuerte (aunque tardía) de Apple en el streaming es un reflejo de la creciente importancia de este sector, que ha cobrado fuerza conforme los hábitos de los consumidores se han distanciado de la descarga digital de música en favor de los servicios de suscripción.
Los servicios digitales de música aportaron 6.9 mil millones de dólares (mmdd) en ingresos a la industria musical global en 2014. Esto equivale al 46 por ciento del total de ingresos del sector, y por primera vez en la historia fue la misma proporción que lo aportado por las ventas físicas.
Más de la mitad de estos ingresos digitales provinieron de servicios de descarga como iTunes donde Apple sigue dominando, mientras que un tercio provino de servicios de streaming como Spotify.
Sin embargo, datos de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI, por sus siglas en inglés) muestran que la tendencia favorece al streaming. Es por esto que la investigadora de mercados MusicWatch prevé que los ingresos aportados por este sector rebasen a los de las descargas el próximo año.
Mientras que los ingresos de los servicios de descarga llevan dos años consecutivos de caída, los de los servicios de streaming, tanto de suscripción como de publicidad, muestran una fuerte tendencia de crecimiento desde el 2010.
Tan solo entre 2013 y 2014 los ingresos aportados por el streaming crecieron 39 por ciento en los servicios de suscripción y 38.6 por ciento en los servicios que se sostienen a base de publicidad.
La IFPI estima que actualmente existen en total 41 millones de suscriptores de servicios de streaming alrededor del mundo. Esto quiere decir que si Apple logra convencer a sólo el 10.2 por ciento de sus usuarios de iTunes a que se suscriban a Apple Music, tendría una base de suscriptores el doble de grande que el total actual del sector.
Apple en la mira de los reguladores
En su lucha por mantener su dominio de la industria musical, Apple se enfrenta a más que sus competidores.
El diario The New York Times reporta que autoridades en Estados Unidos, a nivel tanto estatal como federal, tienen a la empresa en la mira como parte de una investigación por posibles prácticas anticompetitivas.
Los fiscales generales de Nueva York y Connecticut quieren saber si las disqueras se coludieron o fueron presionadas para favorecer a Apple Music por encima de competidores como Spotify.
Esto se agrega a una investigación similar emprendida por la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, la cual fue revelada en mayo de este año.
“La competencia recientemente llevó a nueva y diferentes formas en que los consumidores escuchan música. Para preservar estos beneficios, es importante asegurar que el mercado continúe desarrollándose libre de colusión y otras prácticas anticompetitivas”, dijo Matt Mittenthal, portavoz del fiscal general de Nueva York.
Universal Music afirmó que no sostenía acuerdos con Apple o con otras disqueras como Sony Music o Warner Music que impidieran la disponibilidad de su música en otros servicios de streaming. Por su parte, Apple no ha emitido comentario respecto a estas investigaciones.
Esto es similar al testimonio que los ejecutivos de las tres mayores disqueras dieron a los investigadores de la FTC. La investigación federal, que sigue en sus etapas iniciales, busca encontrar si Apple ha emprendido esfuerzos para poner en desventaja a sus competidores, por ejemplo a través del uso de tasas preferenciales en el cobro de licencias musicales.