Apple se convirtió en la empresa pública más valiosa del mundo a partir de una cultura de innovación que revolucionó el diseño y uso de las computadoras personales y los teléfonos móviles.
El éxito de la compañía fundada por Steve Jobs dio origen a una expansión sin precedentes. El rendimiento de la acción de Apple en los últimos 10 años ha sido de mil 120 por ciento, lo que se ha traducido en una capitalización de mercado de 578 mil millones de dólares.
Sin embargo, la firma podría estar llegando a un punto en el que sus mercados se encuentran saturados y la respuesta de innovación de la compañía ha sido insuficiente para mantener el crecimiento.
Los últimos resultados trimestrales de Apple son una muestra patente de que la compañía ha alcanzado su límite, al menos en el corto plazo.
Por primera vez en más de una década, la compañía de Cupertino, California registró una caída interanual en sus ventas, las cuales fueron de 50.6 mil millones de dólares en los primeros tres meses del 2016 – una baja de 12.8 por ciento en relación al mismo periodo del año anterior.
Asimismo, las ganancias del primer trimestre se redujeron 22.5 por ciento en términos interanuales, llegando a los 10.5 mil millones de dólares.
Los analistas han descrito los últimos resultados como un examen en el que la innovación se encuentra en el centro de la prueba. La compañía cuenta con 216 mil millones de dólares en efectivo, lo que ofrece un amplio margen para la compra de nuevas empresas o el gasto en proyectos de desarrollo de alto potencial.
Adictos al iPhone
A pesar del esfuerzo de Apple por introducir una nueva generación de relojes digitales (Apple Watch) y por expandir su negocio de servicios, los ingresos de la compañía aún dependen fundamentalmente de la venta de iPhones. De acuerdo a Bloomberg, el 66 por ciento de sus ingresos provienen de ventas de teléfonos móviles.
La falta de diversificación representa un problema estructural para Apple dadas las nuevas condiciones del mercado de teléfonos móviles. Por un lado, la maduración del mercado de países desarrollados significa que las perspectivas de crecimiento del segmento de alto ingreso están estancadas.
Por otra parte, los productos de alta gama de Apple se encuentran en desventaja en los mercados emergentes de alto crecimiento, donde prevalece una guerra de precios para ganar participación entre la creciente clase media de países como India y China. Sherri Scribner, analista de Deutsche Bank, estima que en India, uno de los mercados más dinámicos, el 80 por ciento de los teléfonos inteligentes se venden en un rango inferior a los 150 dólares. Asimismo, el 70 por ciento de los teléfonos inteligentes que se venden en China se ubican debajo de los 300 dólares.
Scribner calcula que la compra del producto más básico de la gama de teléfonos inteligentes de Apple, el iPhone SE, absorbería el 13 por ciento del ingreso disponible promedio anual de un consumidor chino.
No obstante, China es parte fundamental de la estrategia de crecimiento de Apple. El país ya se ha convertido en el segundo mercado más grande para la compañía. En el primer trimestre del año, las ventas para la firma en la segunda economía más grande del mundo alcanzaron los 18 mil millones de dólares.
Pero, la estrategia conlleva un riesgo asociado al capitalismo sui generis de China, donde las regulaciones y las consideraciones políticas amenazan el crecimiento de Apple en el país.
La semana pasada, las autoridades chinas determinaron la suspensión de los servicios de iBooks (libros online) y iTunes Movies (películas). Aunque los ingresos por estos servicios son mínimos, esto le resta funcionalidad al iPhone.
Si Apple no puede ampliar la gama de servicios de primer nivel compatibles con sus productos, el resultado inmediato será una disminución en las ventas de tabletas y teléfonos inteligentes.
Apple Watch: Beneficio de la duda
La venta de iPhones presentó una caída interanual por primera vez en su historia, mientras que la venta de tabletas hiló su novena caída trimestral consecutiva.
Gartner, una firma de investigación de mercados, calcula que el crecimiento global de ventas de teléfonos inteligentes será de 7 por ciento, la tasa más baja en la historia del producto.
Ante esta coyuntura, Apple se ha abocado a crecer su negocio de servicios como Apple Pay y Apple Music para generar una fuente de ingresos alternativo al de los productos tradicionales.
Sin embargo, difícilmente, el crecimiento del dinámico negocio de servicios de Apple será suficiente para contrarrestar el cambio de tendencia en el segmento de tabletas y teléfonos inteligentes.
Por ello, la apuesta de la compañía reside en el reloj inteligente Apple Watch, que representa la primer nueva categoría de producto de la administración del director general Tim Cook.
Apple pretende hacer del Apple Watch el sustituto natural del iPhone como motor de ingresos. En el 2015, según la estimación de la firma IDC, se vendieron 11.6 millones de unidades de este producto, lo que generó ingresos por casi 6 mil millones de dólares.
A pesar de que el resultado superó con creces el número de unidades vendidas en el año de lanzamiento del iPhone, los analistas se encuentran divididos respecto al futuro del Apple Watch.
Mientras que algunos cuestionan el potencial de crecimiento del producto, hay quienes aseguran que el Apple Watch representa el primer gran representante de una nueva generación de gadgets que será punta de lanza en un nuevo segmento que aún es inexplorado.