En defensa del sector automotriz
Si las imposiciones de Donald Trump en el capítulo automotriz se cumplen, México sufriría las consecuencias, debido a que no podría homologar los salarios de los trabajadores mexicanos con los estadounidenses y el contenido americano de los vehículos fabricados en territorio nacional aumentaría a 85 por ciento
Nayeli Meza OrozcoMéxico está en desventaja. La discusión del capítulo automotriz en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha puesto de frente dos retos muy importantes para nuestro país: aumentar los salarios y hacer modificaciones a las reglas de denominación de origen.
Por principio, la medida de fijar en 15 dólares la hora de pago a los empleados de la industria automotriz de la región afectaría principalmente a México, ya que le restaría atractivo a nuestro país, pues, esto enviaría más trabajo a las plantas en territorio estadounidense y canadiense.
En Estados Unidos, la fabricación de vehículos promedio se paga en 29.57 dólares por hora, mientras que la manufactura de autopartes se ubica en 20 dólares, de acuerdo con datos proporcionados por la consultoría Kaso & Asociados a Reporte Índigo.
Por el contrario, en nuestro país los salarios promedio son de 8.50 dólares y 3.50 dólares por hora en fabricación de automóviles y componentes, respectivamente.
En sintonía, Roberto Gutiérrez, catedrático del Tecnológico de Monterrey Campus Toluca, explica que el tema salarial es “muy difícil” y debe ser “totalmente inaceptable”, ya que México no se encuentra en las mismas condiciones económicas que Estados Unidos y Canadá, debido a que los sueldos de los mexicanos en general “son bajos”.
“A los trabajadores les gustaría ganar más, pero el tema del salario no es viable y si nos obligan a hacerlo no sería un piso parejo”, agrega.
La propuesta ya ha generado molestia en el gobierno mexicano y en el sector. Fausto Cuevas, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), aseguró durante una conferencia ayer lunes que la medida se encuentra en revisión, pero, eso no implica que nuestro país seguirá los pasos de sus socios comerciales.
Los cambios en las reglas de origen es otro de los temas que más preocupa, ya que en México hay una gran inversión extranjera que apoya al sector y, a pesar de las tensiones con el presidente de Estados Unidos, los fabricantes siguen gozando de los beneficios del TLCAN para producir en México y abastecer sus plantas.
Washington busca elevar el umbral mínimo de contenido automotor para la región del Tratado del actual 62.5 a 85 por ciento.
El equipo negociador ha mostrado una mayor flexibilidad e, incluso, ha asegurado que si se llega a un acuerdo es probable que el nivel sea más bajo.
Capítulo automotriz, con el pie en el freno
Tras más de ocho meses de lentas conversaciones para actualizar el TLCAN, la Casa Blanca desea cerrar el capítulo automotriz que se ha quedado en el tintero desde las rondas pasadas. El principal argumento recae en la necesidad de concluirlo antes de las elecciones presidenciales del 1 de julio en México.
Estados Unidos también celebrará comicios legislativos a mitad de período en noviembre.
El presidente Trump ha reiterado en diversas ocasiones que el acuerdo es un “desastre” que ha provocado el traslado de empleos manufactureros de su país hacia México, donde la mano de obra es barata.
Los ministros responsables de la renegociación del TLCAN se reunieron el viernes pasado en Washington y dijeron que habían tenido avances. Pero, ayer lunes fuentes familiarizadas con el asunto citadas por Reuters dijeron que las negociaciones para modernizar el Tratado de Libre Comercio no han avanzado lo suficiente como para que Estados Unidos, México y Canadá anuncien un acuerdo “en principio” en la Cumbre de las Américas de este mes en Lima.
La discusión del pacto se da en momentos en que la Casa Blanca se encamina a una guerra arancelaria con China, de ahí la prisa de que el gobierno estadounidense busque firmarlo antes de que termine el actual Congreso.
La elaboración de nuevas reglas automotrices sigue siendo el principal desafío en las conversaciones, dijo una de las fuentes referidas por Reuters.
Armando Soto prevé que en el corto plazo los tres países llegarán a un acuerdo favorable para el sector automotriz, a pesar de las tensiones que en este momento existen entre México y Estados Unidos a causa del tema migratorio.
“Somos optimistas respecto al cierre del TLCAN y esperamos que se cumpla lo que dijo el secretario Guajardo, que para mayo tendremos una estructura ya definida para operar”.
Pierde brillo
Durante marzo se vendieron 118 mil 600 vehículos ligeros nuevos, monto 13.4 por ciento menor a las unidades comercializadas en el mismo mes de 2017.
Roberto Gutiérrez del Tec de Monterrey Campus Toluca explica que esto se debió, en gran medida, por Semana Santa y no significa que el sector esté atravesando por una crisis.
“La industria va bien. No se ha visto un efecto negativo y este fenómeno responde a una situación de que en marzo hubo menos días laborables en comparación con el año pasado”, agrega el catedrático.
El reporte de la AMIA muestra que la producción de vehículos ligeros tuvo una caída del 10.9 por ciento.
En el acumulado enero – marzo 2018 se registraron 963 mil 216 vehículos producidos, 0.4 por ciento por debajo de las unidades manufacturadas en el mismo periodo del año pasado.
Contrario a las ventas y producción, la exportación de automóviles registró cifras récord históricas, tanto para cualquier mes como para el acumulado al primer trimestre del año.
En el tercer mes de 2018 se exportaron 327 mil 955 vehículos ligeros, mostrando un incremento de 7.5 por ciento con respecto a los vehículos exportados en el mismo mes del año pasado.