La importancia del rol femenino en distintos ámbitos como la actividad económica, el rol político y otros agregados culturales ha tomado importancia desde hace varias décadas, sin embargo queda mucho por avanzar.
Por eso representa una de las Metas del Milenio que la ONU estableció en el 2000 para asegurar el empoderamiento de la mujer.
En un estudio del Banco Mundial se reporta la injerencia de la mujer en la economía en una muestra de141 países alrededor del mundo.
Los indicadores que tomaron en cuenta para estudiar esto son: accesibilidad a instituciones, propiedad de uso, capacidad de conseguir un trabajo, proveer incentivos de trabajar, acceso a un crédito y la capacidad de llegar a un juicio legal.
De alguna forma todas estas características muestran el poder de la mujer como rol en la sociedad donde coexisten.
Mayoría global, pero no laboral
A pesar de que alrededor del mundo hay autoridades sumamente represivas en cuestiones de género, se han mostrado esfuerzos para llegar a un punto de mayor equidad.
Estadísticas de entrada que muestra el reporte del Banco Mundial arrojan que el 49.6 por ciento de la población mundial es del género femenino, mientras que el mercado laboral en el sector formal se lleva a cabo solo por el 40.8 por ciento de mujeres. Este indicador es un indicio del rezago en la injerencia de mujeres en el mercado laboral.
Opresión por nivel de ingreso
Como primer indicador podemos observar las estadísticas presentadas por el Banco Mundial referentes a las restricciones de las mujeres en cuanto a capacidad para actuar.
Esto captura el número de diferenciaciones que las mujeres tienen con respecto a los hombres en una región en específico.
Las regiones que tienen mayores restricciones para la mujer son Medio Oriente y el norte de África, donde por lo menos el 20 por ciento de las mujeres tienen cuatro o más restricciones que la gente de la parte oeste del mundo no sufre.
Después sigue la zona sub-sahara africana, seguida por la zona del sudeste asiático.
Si observamos este mismo indicador, pero por nivel de ingreso, se encuentra algo curioso. Lo esperado sería que entre mayor sea el ingreso, menos restricciones haya para la mujer, y así sucede con los dos primeros cuartiles.
Pero cuando comparan el 25 por ciento con ingresos más bajos, contra el 25 por ciento que le sigue, existe mayor opresión en el de ingreso medio-bajo.
Esto se puede deber a que las economías más pobres dependen más de los recursos que las mujeres puedan obtener, por lo que no tienen incentivos de reprimirlas tanto.
Si desagregamos el concepto de represión, podemos analizar distintos tipos de comportamientos en las regiones del mundo.
En este sentido los países latinoamericanos tampoco son los más represivos, sin embargo el aspecto en el que más problema existe es en la posibilidad de que la mujer sea la cabeza de la casa.
En otros aspectos, como abrir cuentas bancarias, emprender un negocio, viajar dentro o fuera del país, conseguir trabajo, aplicar por un pasaporte y escoger dónde vivir, no representa un problema mayor.
No como el caso de África subsahariana donde gran porcentaje de los países todavía limitan a las mujeres en este sentido.
Acceso a la justicia
Un factor muy importante es el acceso al sistema judicial.
Este es uno de los símbolos más representativos de la cultura de un país, ya que denota el grado tolerancia de la comunidad a los derechos de las mujeres.
Aunque la mayoría de los países tienen igualdad de acceso a la corte para los hombres como para las mujeres, todavía quedan algunos problemas notorios.
En once países la evidencia que presente una mujer en corte tiene menor relevancia que la de los hombres: éstos son Irán, Kuwait, Malasia, Omán, Paquistán, Arabia Saudita, Sudán, Siria, Emiratos Árabes Unidos y Yemen y la República Democrática del Congo.
En éste último país, el caso es tan extremo que las mujeres tienen que tener permiso de sus esposos para poder acudir al juicio.
Este tipo de condiciones legales degradan al género femenino en un aspecto que debería de haber sido resuelto para este momento.
Obstáculos al trabajar
En cuanto a la situación laboral también existen trabas importantes para la mujer. En 77 economías hay restricciones en cuanto a la proporción de hombres y mujeres en una empresa, lo cual limita al género femenino.
Además, en 44 países limitan el número de horas que las mujeres pueden trabajar, esto es un obstáculo para poder aumentar los ingresos de las mujeres.
A pesar de que la prensa internacional y diversas organizaciones han hecho su trabajo en condenar los abusos al género femenino y luchar por el respeto de sus derechos, todavía existen países con leyes que no permiten a la mujer desarrollarse como ente económico.
Queda trabajo qué hacer para asegurar la completa igualdad entre los géneros.