¿En la vía correcta?

Los proyectos de trenes rápidos alrededor del mundo se mantienen con subsidios debido a que no son negocio.

La nueva base para la licitación del tren México-Querétaro genera dudas acerca de quién amortiguará su costo y quiénes se beneficiarán del mismo. Este tipo de construcciones poseen un gran atractivo político, pero muy poca gente termina utilizándolas.

Incluso en países de la Unión Europea, donde existe una mayor cultura e infraestructura para usar trenes como medio de transporte, los gobiernos deben salir a su rescate para que puedan operar.

Los fracasos y triunfos de los trenes rápidos en otros lados son valiosas lecciones que México debe tomar en cuenta.

Europa
De la mano del Estado

La Comisión Europea es uno de los principales defensores de los trenes rápido. Para recorrer distancias entre los 300 y 800 kilómetros entre grandes ciudades, no existe un medio transporte tan eficiente y poco contaminante como estos.

Sin embargo, a pesar de que los trenes son fuertemente subsidiados por sus respectivos gobiernos, el costo del pasaje sigue ubicándose muy por encima de lo que la población está dispuesta a pagar.

De acuerdo con la revista The Economist, antes de subirse a un tren los europeos prefieren utilizar las líneas aéreas de bajo costo.

Entre el 2000 y 2011, cuando se construyeron muchas nuevas rutas, el número de personas que utiliza los trenes se mantuvo igual.

El único medio de transporte que aumentó su demanda fueron los vuelos comerciales, mientras que el auto particular continúa siendo la primera opción para viajar entre los europeos.

China
Lección de costos

Construir trenes de alta velocidad requiere de mucho dinero. De acuerdo con el Banco Mundial, cada kilómetro de recorrido requiere una inversión que varía entre los 25 y 39 millones de dólares en Europa.

Este costo depende de varios factores, muchos de los cuales están ligados con el tipo de terreno. Por ejemplo, el nuevo tren rápido de California en Estados Unidos tendrá un costo aproximado de 56 millones de dólares por kilómetro.

El país que ha conseguido reducir de manera considerable los costos es China, donde se estima que cada kilómetro de tren rápido ha requerido una inversión de entre los 17 y 21 millones de dólares.

En comparación, el gobierno de México espera una inversión de 43 mil 600 millones de pesos para la licitación del tren México-Querétaro que tendrá un recorrido de 210 kilómetros. Esto significa alrededor de 14.8 millones de dólares por kilómetro, muy por debajo de los niveles internacionales. El resto del dinero  lo desembolsaría el Gobierno.

Japón
Exitosos, pero caros

Probablemente el único caso en el mundo donde los trenes rápido son un relativo éxito comercial es Japón.

Esto se debe principalmente a que, a diferencia de la mayoría de los países, Japón tiene la facilidad de cobrar boletos de tren a precios más elevados. En ese sentido, el modelo de negocio japonés es difícil de copiar, sobre todo en un país como México.

La construcción de trenes rápidos en Japón también va acompañada de grandes proyectos de infraestructura para crear poblaciones cerca de los lugares en los que pasan las vías.

Por último, se debe agregar un factor cultural. Según The Economist, la industria aérea japonesa nunca “despegó” de la misma manera que en otros países de primer mundo porque el Gobierno evitó levantar cualquier duda de un posible rearme después de la segunda guerra mundial.

México
La licitación polémica

El tren rápido México-Querétaro empezó con el pie izquierdo su construcción. Después de cancelar de manera inesperada la concesión, el Gobierno publicó la semana pasada las nuevas bases para las empresas.

A través de la agencia de noticias del Estado, Notimex, también se dio a conocer otros datos del proyecto. El Gobierno Federal estima que el tren recorrerá una distancia de 210 kilómetros en 58 minutos, el boleto sencillo costará 300 pesos y más de 27 mil personas utilizarán el tren cada día.

Actualmente, viajar en autobus de Querétaro a la Ciudad de México cuesta alrededor de 250 pesos y el tiempo de viaje es de 3 horas.

El Gobierno espera generar grandes beneficios para la población, pero la experiencia en otros países señala que existe un costo escondido que no se ha dado a conocer.