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Taxistas en la Ciudad de México iniciaron su lucha en contra de la aplicación de servicios de transporte Uber.
No existe tal cosa como la mala publicidad. Un estudio realizado por el think tank económico Bruegel afirma que el mayor beneficiado de las protestas en contra de Uber es la misma empresa.
Tomando como caso de estudio a Alemania, Bruegel descubrió una correlación entre las búsquedas de Uber por Internet y las manifestaciones de los taxistas.
En otras palabras, la controversia generada en las calles despertó la curiosidad de la población en Uber.
Los analistas afirman que las búsquedas de Uber no se han limitado a obtener información, si no que ahora las personas lo buscan al mismo tiempo y por las mismas razones que a los taxis.
El mayor enemigo de Uber se ha convertido en un aliado inesperado.
Crecimiento mexicano
Al igual que en la mayoría de las ciudades en las que se encuentra la empresa, el gremio de taxistas califica como desleal el modelo de negocio de Uber.
Con esta app, cualquier persona puede convertirse en chofer sin contar con una licencia de taxista. Lo único que tiene que hacer es registrarse con la empresa y empezar a transportar a las personas.
La poca regulación a la que se someten los autos de Uber hace que este servicio sea más barato que el taxi tradicional.
A pesar de que las protestas de los taxistas pueden tener buenas razones, lo cierto es que cada manifestación en contra de Uber hace que crezca su popularidad y número de clientes.
En México, Uber cuenta actualmente con alrededor de 50 mil usuarios registrados con presencia en las ciudades de Guadalajara, Tijuana y Distrito Federal.
A esto hay que agregar que el servicio fue anunciado de manera reciente para la ciudad de Monterrey, pero la página oficial de la empresa sigue sin contemplar a la sultana del norte dentro de su catálogo.
Contrario a lo que se pueda intuir, la seguridad que Uber brinda a sus clientes es uno de sus más grandes atractivos.
Debido a que todos los conductores están registrados y el auto se solicita a través de la aplicación, queda un registro acerca de cuándo y con quién se subió la persona en un automóvil.
Los clientes también tienen acceso a los comentarios y recomendaciones de otros usuarios, así que pueden conocer de antemano los antecedentes de su chofer, si destaca por ofrecer un buen servicio, cómo maneja y en qué condiciones está el automóvil.
Además, como las tarifas están preestablecidas, no existe el riesgo de que algún chófer cobre de más. El pago se realiza a través de la página, por lo que no es necesario cargar con efectivo.
Este tipo de innovaciones han conseguido gran popularidad para la plataforma en todo el mundo. Hoy en día cuenta con presencia en más de 130 ciudades en 38 países diferentes.
A pesar de todos los intentos por acabar con la empresa, las autoridades han decidido permitir su presencia pues representa una alternativa viable para reducir el tráfico urbano.
Mientras tanto, Uber hace eco en los mercados. El diario The Wall Street Journal asegura que la aplicación ha sido valuada en alrededor de 18.2 mil millones de dólares, esto es una capitalización de mercado superior a empresas como United Continental.
¿Cómo funciona Uber?
1. Haz una cuenta
Antes que nada debes registrarte en la página de Internet y bajar la aplicación para smartphone.
2. Selecciona tu auto
Elige entre los siguientes tipos de vehículo y servicios para viajar que ofrece Uber:
> Black car: autos sedan conducidos por choferes profesionales.
> Taxi: taxistas regulares en convenio con Uber.
> UberX: conductor regular aprobado por Uber con auto para 4 personas.
> SUV: similar al Black car, pero con espacio de hasta 6 personas.
> LUX: auto de lujo conducido por un chofer profesional.
3. Marca tu posición
Utilizando un mapa o escribiendo la dirección señala dónde quieres que pase por ti el auto.
4. Conoce las tarifas
A excepción de los taxis profesionales, las tarifas del viaje está predeterminado por Uber, y varían por ciudad, distancia y tiempo.
5. No cargues efectivo
Todos los pagos se realizan a través del servidor de Uber, incluyendo la propina, sin necesidad de cargar con dinero o tarjeta.