Escándalo ya pasó
Desde que estalló un escándalo por supuestas prácticas corruptas de la subsidiaria mexicana de OHL en mayo de 2015, la constructora española ha estado en el ojo del huracán.
Audios filtrados, menciones a secretarios de Estado, declaraciones cruzadas con proveedores demandados, comunicados enviados a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) para rechazar acusaciones y una investigación regulatoria de la Comisión Nacional Bancaria de Valores (CNBV) han marcado el día a día de OHL.
Rodrigo CarbajalDesde que estalló un escándalo por supuestas prácticas corruptas de la subsidiaria mexicana de OHL en mayo de 2015, la constructora española ha estado en el ojo del huracán.
Audios filtrados, menciones a secretarios de Estado, declaraciones cruzadas con proveedores demandados, comunicados enviados a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) para rechazar acusaciones y una investigación regulatoria de la Comisión Nacional Bancaria de Valores (CNBV) han marcado el día a día de OHL.
El mercado no titubeó en castigar a la firma, aún y cuando Sergio Hidalgo, director general de OHL, insiste en que esta coyuntura está basada en “rumores e insidias”.
Entre el día primero de mayo de 2015 y el día 27 de enero del 2016, cuando la acción de la constructora tocó fondo, los títulos de la firma perdieron el 48 por ciento de su valor en el mercado bursátil mexicano.
Sin embargo, lo peor ya pasó. Al menos eso es lo que reconoce el mercado: el precio de la acción de OHL ha crecido casi 20 por ciento en el último mes.
La firma ha cambiado su discurso defensivo para hacerle saber a sus inversionistas que los planes de crecimiento de la compañía siguen en pie. El 26 de enero, Hidalgo anunció que OHL planea invertir 15 mil millones de pesos en 2016 y 2017. Además, señaló que la constructora participará en dos licitaciones.
Actualmente, OHL opera siete concesiones de autopistas y es el principal accionista del Aeropuerto Internacional de Toluca.