El próximo viernes, la junta de Gobierno del Banco de México (Banxico), dirigido por su gobernador Agustín Carstens, reportará su decisión sobre la política monetaria, en la que se especula un cambio en la tasa de interés de referencia, actualmente en 4.5 por ciento.
Tras la última decisión del Banco Central de mantener la tasa clave de interés fija en 4.5 por ciento, se ha esperado una reducción de la tasa, buscando evitar fallar a la meta de inflación anual del 3 por ciento.
Distintos analistas están esperando una reducción de la tasa de interés de referencia. Tanto analistas de BBVA Research como de Banorte se muestran en espera de una reducción de la tasa de interés interbancaria de entre 50 y 75 puntos base.
En la opinión de Gabriel Casillas, director general de investigación de Banorte, se preve que el dólar se mantenga alrededor de 12.50 pesos, y transcurra una apreciación leve, pero volátil, en los siguientes meses.
Meta inflación
Tras meses de presunción, una reducción en la tasa de interés podría venir en respuesta ante la espera de que la inflación se mantenga cerca de la meta de inflación impuesta por Banxico.
Mientras que otros bancos centrales en el mundo tienen un doble objetivo de mantener la inflación en niveles relativamente bajos, y además impulsar el crecimiento, el Banco de México solo retiene la primera de estas metas.
Según una minuta de la junta de Gobierno a principios de febrero, la mayoría de los miembros de la junta considera que la inflación general se mantendrá fielmente cerca de la meta objetivo.
Y mientras que la meta de inflación se estipuló como un punto de referencia, la inflación en enero muestra una situación diferente a la esperada.
La tasa de inflación total de enero se postuló cercano al .40 por ciento, el cual aún no denota el enfoque de la meta inflacionaria.
De continuar esta tendencia, la inflación anual sobrepasaría el 4.5 por ciento, superior al margen de error propuesto por Banxico.
Los nuevos datos de inflación, a la par de la caída en inversión extranjera directa y el crecimiento del déficit comercial apunta a que Banxico tome mayor premura antes de hacer un cambio sustancial en la tasa de interés.
Si la inflación de febrero no revierte la tendencia de enero, se estima difícil que se reduzca la tasa de interés de referencia.