La junta del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal de Estados Unidos, el órgano encargado de facto de la política monetaria estadounidense, será vigilada de manera cercana por los inversionistas.
Y es que desde la crisis financiera mundial y tras una serie de políticas poco ortodoxas, los mercados han estado prácticamente a la merced de Ben Bernanke y los demás comisionados del instituto central.
De acuerdo con estimaciones de economistas encuestados en Bloomberg, el actual programa de compra de bonos se terminará a principios del 2014, tras llegar a más de mil billones de dólares adicionales en compras.
El programa de compras ha incrementado los activos en manos del banco central hasta más de 3 billones de dólares.
A pesar de que un incremento tan grande en los activos, que son intercambiados en el mercado por dinero, podría causar inflación en tiempos normales, ésta se han mantenido relativamente baja.
Lo anterior señala que los beneficios del programa superan los riesgos asociados a tal, razón suficiente para que el programa siga en efecto al menos durante este año.
Podría también haber una serie de pensamientos internos que incidan en la decisión, según expertos.
Por ejemplo, las estimaciones de los participantes en el Comité de Mercado Abierto señalan un crecimiento de 2.3 a 3 por ciento de la economía estadounidense para el 2013, contra un 2 por ciento que estiman economistas independientes.
El optimismo dentro de la Fed podría ser razón adicional para que continúen un programa que muchos dentro del organismo consideran beneficioso.
Esta vez es diferente
Las reuniones previas del Comité habían sido causa de especulaciones y episodios de volatilidad en el mercado accionario por la dificultad de decisiones que Bernanke enfrentaba.
Sin embargo, esta vez parece haber mayor certidumbre sobre lo que la Reserva Federal de Estados Unidos planea realizar.
El índice de volatilidad de Standard & Poors 500 cayó ayer 2.43 por ciento, a pesar de ser un día previo a la decisión de la reserva federal.