El conglomerado Espíritu Santo International, el mayor banco portugués por activos, se llevó de encuentro a los mercados de Europa y de su país.
Después de varios meses de estar bajo el escrutinio de una auditoría por parte de las autoridades, el banco decidió esta semana suspender las transacciones de sus acciones y bonos.
Con esto, los directores pretenden frenar la vertiginosa caída que su título ha experimentado en la bolsa de Lisboa.
Las malas noticias no terminaron ahí. Como efecto dominó, la bolsa de valores de Portugal fue arrastrada con el banco junto con gran parte de las entidades financieras.
De manera similar, los mercados a través de Europa se vieron afectadas por las noticias.
De mal en peor
Al momento en que el Banco Espíritu Santo suspendió su cotización en la bolsa, la acción se encontraba en una caída libre que llegó al 17.24 por ciento.
Por su parte, la Bolsa de Lisboa vive días negros con todos sus valores en rojo y una caída registrada ayer del 4 por ciento, la peor de Europa.
Portugal Telecom, una de las principales entidades del conglomerado, vio su acción caer en un 4.65 por ciento.
Todavía es muy pronto para conocer el saldo final en la bolsa y el banco, pero se espera que los problemas continúen.