Estados Unidos abre la llave

El boom energético de Estados Unidos amenaza con cambiar el mercado internacional del petróleo.

Mediante una resolución histórica, el Departamento de Comercio estadounidense permitió a dos empresas exportar un tipo de petróleo ultraligero conocido como condensado.

A pesar de que la decisión no se ha hecho pública, el diario The Wall Street Journal informó que las compañías Pioneer Natural Resources y Enterprise Product Partners podrán comenzar a exportar el condensado a partir de agosto.

Rolando Hinojosa Rolando Hinojosa Publicado el
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Millones de barriles diarios es el aumento en producción petrolera que la consultora IHS afirma que habrá si Estados Unidos levanta por completo la restricción a exportar
A los productores petroleros les preocupa qué pasará una vez que las refinerías no puedan manejar todo el crudo ligero que se está produciendo, pues esto reduciría la brecha entre los precios domésticos e internacionales de petróleo
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El boom energético de Estados Unidos amenaza con cambiar el mercado internacional del petróleo.

Mediante una resolución histórica, el Departamento de Comercio estadounidense permitió a dos empresas exportar un tipo de petróleo ultraligero conocido como condensado.

A pesar de que la decisión no se ha hecho pública, el diario The Wall Street Journal informó que las compañías Pioneer Natural Resources y Enterprise Product Partners podrán comenzar a exportar el condensado a partir de agosto.

Aunque todavía no está clara la cantidad de petróleo que pueden vender en el extranjero, expertos afirman que es el primer paso para levantar la prohibición que se encuentra vigente desde los 70.

La explotación de yacimientos shale ha inundado el mercado energético de Estados Unidos con petróleo ultraligero que no todas las refinerías norteamericanas pueden procesar. 

Los productores petroleros están preocupados sobre lo que pasará una vez que las refinerías no puedan manejar todo el crudo ligero que se está produciendo, ya que esto reduciría la brecha entre los precios domésticos e internacionales de petróleo.

Como consecuencia, la administración del presidente Barack Obama se ha visto presionada para modificar el ordenamiento legal y permitir las exportaciones. 

Actualmente, Estados Unidos solo exporta algo de petróleo crudo a Canadá, mientras que al resto de los países solo les vende productos refinados, como gasolina y diesel.

Abrir la frontera podría afectar el mercado energético internacional. De acuerdo con el sitio de noticias Quartz, se producen alrededor de 3 millones de barriles de este petróleo crudo ligero al día. 

Si se llega a exportar una gran parte de esto, Estados Unidos superaría las ventas de Iraq, lo que afectaría de manera considerable el precio del energético.

Nueva era energética

Aunque Estados Unidos aún es un importador neto de petróleo, pues importa alrededor del 40 por ciento del petróleo que consume, el aumento en su producción energética ha tenido como consecuencia una caída de casi 24 por ciento en su importación de crudo del 2005 al 2013.

Esto se ha traducido, en parte, en una reducción del 40 por ciento en las exportaciones de petróleo crudo mexicano.

De continuar la tendencia, la reforma energética que se discute en el Congreso podría toparse con una nueva realidad en el mercado y algunas de las propuestas deberían de adaptarse.

Un reporte de la consultora IHS afirma que si Estados Unidos levanta su prohibición exportadora podría significar un incremento en la misma producción.

Liberalizar el sector otorgaría más ventajas al país con nuevas inversiones.

IHS afirma que, entre el 2016 y el 2030, estos beneficios incluirían un aumento promedio en su producción petrolera de 1.2 millones de barriles diarios, un aumento de 1.3 billones de dólares en los ingresos anuales de su gobierno, la creación de 340 mil empleos al año en promedio, y una modesta caída de ocho centavos por galón en sus precios de gasolina.

Las exportaciones prohibidas

En Estados Unidos, el gobierno ha mantenido una prohibición a la exportación de petróleo crudo desde 1975.

Los legisladores estadounidenses aprobaron la prohibición después de que la Organización de Países Árabes Exportadores de Petróleo (OPAEC), que incluye a Arabia Saudita, Kuwait, Egipto y Libia, entre otros, declaró un embargo petrolero en contra de los países occidentales por haber apoyado a Israel durante la Guerra del Yom Kippur. 

El embargo de la OPAEC cuadruplicó los precios del petróleo y causó escasez de gasolina en Estados Unidos, por lo que se restringió severamente la exportación de petróleo para poder satisfacer la demanda interna y controlar los precios. 

La prohibición le permite a las empresas exportar combustibles refinados, pero no petróleo crudo, a excepción de circunstancias limitadas que requieren una licencia especial.

La prohibición no cubre las exportaciones a Canadá, aunque sí se requiere tener un permiso especial. 

Estas exportaciones han crecido rápidamente en este año, pero aun así representan solo alrededor del 3 por ciento de la producción petrolera de Estados Unidos. El resto de la producción tiene que refinarse en su propio territorio.

Más allá de las presiones para remover la prohibición debido a la sobreoferta petrolera, el diario The Financial Times reporta que Daniel Yergin, vicepresidente de la consultora IHS, indica que esta regla se volvió redundante cuando los controles de precios del petróleo en Estados Unidos fueron abolidos en 1981.

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