La mayoría de los adultos padecen el estrés que les genera su situación financiera, sobre todo en la era postcovid.
Más de dos tercios de los adultos que habitan en países en desarrollo viven preocupados por temas económicos como los gastos de manutención para la vejez, tener dinero para enfrentar gastos médicos derivados de un accidente o una enfermedad grave, pagar sus gastos mensuales o tener lo suficiente para solventar los costos de educación.
Aunque todos estos elementos abonan al estrés financiero de los adultos en países en desarrollo, el más común es el referente al pago de gastos médicos, advierte The Global Findex 2021, un reporte elaborado por el Banco Mundial.
El nivel de estrés generado por los problemas financieros comunes forma parte de los elementos que se toman en cuenta para determinar el bienestar financiero de los habitantes de un país, que también incluye a la resiliencia financiera y el nivel de confianza en el uso de los recursos financieros. La inclusión financiera juega un papel importante en el apoyo para el bienestar y futuro financiero de las personas.
El reporte hace un señalamiento lógico pero documentado: las personas pobres con ahorros limitados o sin ahorros y acceso limitado a un crédito adecuado tienen, en promedio, más probabilidades de preocuparse por el dinero, toda vez que cubren sus gastos de vida con los ingresos que tienen o no cuentan con dinero extra para gastos inesperados.
A través de una encuesta elaborada para este reporte, se revela que la mayoría de los adultos que viven en países con economías desarrolladas no se preocupan por desafíos financieros, en específico, 67 por ciento de los encuestados que viven en estos países dijeron no estar preocupados por estos problemas, frente al 21 por ciento que señaló estar muy preocupados.
Las mujeres también se encuentran entre los grupos de personas con mayor tensión en torno a las finanzas, ligeramente más que los hombres. En las economías en desarrollo, por ejemplo, el 44 por ciento de las mujeres dicen estar muy preocupadas por no tener suficiente dinero para los gastos mensuales, en comparación con 39 por ciento de los hombres.
Los problemas económicos que derivan en enfermedades como ansiedad y tensión nerviosa, representa una de las mayores causas de estrés a nivel mundial y afecta directamente el rendimiento profesional de los empleados. En América Latina, por ejemplo, 76 por ciento de los empleados padecen inseguridad financiera, de acuerdo con una estudio elaborado por Sodexo y retomado por la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) en su revista “Proteja su Dinero”.