Donald Trump se lanzó al ‘rescate’ de la empresa china ZTE, corporación que paró operaciones a causa de una prohibición hecha por el propio gobierno del republicano.
En medio de lo que muchos han calificado como una naciente ‘guerra comercial’ entre Estados Unidos y China, empresas estadounidenses recibieron la orden de dejar de venderle componentes tecnológicos a ZTE, fabricante de teléfonos inteligentes y equipos de telecomunicaciones.
Esta medida obligó a la compañía a advertir que podría quebrar debido a la prohibición, la cual fue justificada por el gobierno estadounidense como una penalización por violar las sanciones contra Irán y Corea del Norte.
ZTE y Huawei han sido señaladas por presuntamente representar una amenaza para la seguridad de los clientes, por lo que a través del informe del Congreso pedían no comprar ningún dispositivo de esa marca.
El pasado fin de semana, Donald Trump sorprendió a todos al anunciar que trabajará con el gobierno chino para ayudar a ZTE a volver a los negocios.
“El Presidente de China y yo estamos trabajando juntos para dar a la compañía telefónica china ZTE un regreso rápido a los negocios. Demasiados empleos se han perdido en China. ¡El Departamento de Comercio ha sido instruido para conseguirlo!”, afirmó Trump en su cuenta de Twitter.
La Casa Blanca también dispuso de un equipo de funcionarios para entablar contacto con el gobierno de Pekín sobre la situación de ZTE, a pocos días de que se reanuden las conversaciones comerciales con el gobierno de Xi Jinping.
Este día, Donald Trump informó, de nuevo a través de Twitter, que su postura responde a que ZTE es un cliente importante para pequeñas compañías estadounidenses.
La compañía china compra grandes cantidades de componentes a empresas como Qualcomm, Intel, Broadcom, Maynard, Acacia, Oclaro y Lumentum.
Sólo Acacia, proveedora de componente ópticos, registró una pérdida de 7.1 millones de dólares por la prohibición.