Fraude faraónico

Para sus participantes e inversionistas, las empresas de marketing multinivel (MLM, por sus siglas en inglés) como Herbalife, Omnilife y YOR Health representan una lucrativa oportunidad de negocios y de desarrollo personal.

Pero para autoridades e inversionistas a ambos lados del Atlántico, la legalidad y sustentabilidad del modelo de negocios de estas empresas es cuestionable, por lo que algunos las caracterizan como estafas piramidales disfrazadas de empresas legítimas.

Rolando Hinojosa Rolando Hinojosa Publicado el
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por ciento el crecimiento del número de distribuidores afiliados en Estados Unidos a empresas multinivel entre 2004 y 2014; el crecimiento de ventas de las mismas fue apenas la mitad de esta cifra
"(Las empresas multinivel) se hacen de la vista gorda para no ver el esquema piramidal que promueven”
Jeff KleinSenador estatal de Nueva York
https://www.youtube.com/watch?v=nmNuuPyiyWs

Para sus participantes e inversionistas, las empresas de marketing multinivel (MLM, por sus siglas en inglés) como Herbalife, Omnilife y YOR Health representan una lucrativa oportunidad de negocios y de desarrollo personal.

Pero para autoridades e inversionistas a ambos lados del Atlántico, la legalidad y sustentabilidad del modelo de negocios de estas empresas es cuestionable, por lo que algunos las caracterizan como estafas piramidales disfrazadas de empresas legítimas.

Lo que diferencia a las MLM de otras empresas es la manera en que comercializan sus productos: los venden a distribuidores independientes a quienes recompensan tanto por sus ventas como por el reclutamiento (y ventas posteriores) de nuevos distribuidores. 

Los productos ofrecidos van desde cosméticos (Avon) y suplementos alimenticios (Herbalife, Omnilife) hasta limpiadores del hogar (Amway) y artículos de cocina (Tupperware). El factor común en las MLM es el incentivo de reclutamiento, en algunos casos priorizado incluso por encima de la venta de los productos a sus consumidores finales.

Datos de la Asociación de Ventas Directas, un grupo de cabildeo para las MLM, muestran que las ventas estadounidenses de estas empresas se incrementaron en 16 por ciento entre 2004 y 2014, alcanzando un monto de 34 mil millones de dólares. 

Sin embargo, durante el mismo periodo el crecimiento del número de distribuidores involucrados con las MLM fue el doble de veloz, con un incremento de 32 por ciento para alcanzar a 18 millones de personas.

Este crecimiento sorprende al considerar que en promedio sólo el 10 por ciento de los distribuidores de las MLM logra generar ganancias, según reveló una investigación del gobierno de Reino Unido.

Para sus críticos, incluyendo la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (CFC), este énfasis sobre el reclutamiento por encima de las ventas, la poca transparencia de las empresas y la infrecuencia de éxito entre sus distribuidores convierte a algunas MLM en esquemas piramidales, con prácticas “injustas o engañosas” que desafían la ley.

Cruzada multinivel

Uno de los críticos más vocales de las MLM ha sido el inversionista multimillonario William Ackman, fundador y director ejecutivo de la administradora de fondos de cobertura Pershing Square Capital Management.

Ackman ha llamado a Herbalife un esquema piramidal ilegal desde el 2012, y en su momento Pershing Square realizó una apuesta de mil millones de dólares a que el precio de las acciones de la empresa caerían debido a su naturaleza fraudulenta y modelo de negocios insostenible.

Herbalife ha negado las acusaciones de Ackman y el precio de sus acciones se ha incrementado más de 50 por ciento en lo que va del 2015, pero las sospechas han resultado ser suficientes para propiciar una investigación por parte de la CFC.

Ackman no está solo en su cruzada, ya que Jeff Klein, senador estatal de Nueva York, recientemente publicó un reporte planteando la necesidad de regulación que vuelva a empresas como Herbalife más transparentes sobre sus operaciones y sobre qué tanto éxito encuentran sus distribuidores.

Pirámide financiera

Uno de los villanos más famosos de la crisis financiera del 2008 fue Bernie Madoff, el autor del fraude financiero individual más grande de la historia.  Pese a que utilizó un sofisticado sistema de derivados financieros, su modelo se basó esencialmente en el esquema de Ponzi.

El éxito de la estafa de alrededor de 65 mil millones de dólares dependía de dos factores: conseguir nuevos clientes y convencerlos de mantener su dinero en el juego.

Madoff era un respetado financiero neoyorquino cuya firma, fundada en 1960, contaba con el favor de inversionistas de alto perfil. En ese sentido, prometía rendimientos atractivos y consistentes para atraer a sus clientes.

Sus obligaciones de intereses eran cubiertos con el flujo recibido de nuevos miembros, los cuales a su vez iban a recibir su pago de intereses a partir del flujo generado por la siguiente generación de clientes o por la reinversión de clientes pasados.

Con la caída de Lehman Brothers en septiembre del 2008, los mercados financieros entraron en pánico y se presentó una oleada de venta de activos que redujo significativamente el precio de éstos.  En medio del pánico, los inversionistas pidieron a Madoff que les regresara 7 mil millones de dólares en inversiones. El juego terminó en ese momento. Madoff únicamente contaba con una liquidez de 200 millones de dólares.  

El neoyorquino fue sentenciado a 150 años de cárcel en junio del 2009. 

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