Para monedas, el cacao. Este fruto milenario es representativo en la historia de México, ya que los aztecas además de relacionarlo con la energía de grandes guerreros y los rituales, lo utilizaron como método de trueque para tener acceso a múltiples productos.
Sin embargo, el futuro del oro dulce en el país podría estar en peligro, o al menos así se ve el panorama desde Costa de Marfil, una región occidental en el continente africano que genera 60 por ciento de la producción de cacao a nivel mundial.
El principal problema en esta región se relaciona con la sobreexplotación de los cultivos, los cuales ya alcanzaron un 80 por ciento de su capacidad.
A esto se le sumó el hecho de que el pasado 11 de junio integrantes de las zonas productoras anunciaron que suspenderán la venta de cacao para la próxima campaña (2020-2021), si no se establece un precio mínimo de 2 mil 300 euros (unos 49 mil pesos al tipo de cambio actual) por tonelada a los gigantes chocolateros.
Ante el ultimátum, los principales jugadores del mercado internacional como Mars, Barry Callebaut, Mondelez, Olam, SucDen, Hershey, Cargill, Bloomer Chocolate o Touton acudieron a la antigua capital marfileña, Abiyán, para negociar con los órganos reguladores de la región: el Ghana Cocoa Board y el Consejo del Café y Cacao de Costa de Marfil, pero, la suerte no estuvo de su lado.
Europa es uno de los principales compradores de cacao, pues tiene una industria que genera más de 100 mil millones de dólares (mdd), de los cuales se benefician distribuidores y fabricantes, con un 75 por ciento, mientras que los agricultores y productores de los campos de Costa de Marfil perciben solo entre 4 y 6 por ciento.
En 2015, el agridulce negocio del cacao movió unos 95 mil mdd en el mundo y casi tres millones de toneladas de chocolate y productos derivados de esta semilla milenaria se consumen cada año.
Alicia Páramo, directora general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Chocolates, Dulces y Similares (Aschoco), comparte que si este conflicto no se resuelve pronto todos los países que dependen de esta zona para producir se verán afectados, pues al no contar con el cacao, los precios se encarecerán por el incremento en la demanda.
El sabor del cacao en México
No importa la presentación, si es chocolate en polvo, en barra, de mesa, gourmet, blanco o negro, este grano se mantiene como uno de los favoritos dentro del gusto de las familias mexicanas.
La industria chocolatera nacional produce al año cerca de 27 mil toneladas y genera un poco más de 33 mil empleos.
Entre los principales productores se encuentran los estados de Tabasco, que se lleva el primer lugar, con 68.8 por ciento; le sigue Chiapas, con 31 por ciento, y el resto se produce entre Oaxaca, Guerrero y Veracruz, de acuerdo con la información de Aschoco.
La industria del chocolate en tierra azteca tiene un valor de 23 mil millones de pesos. La preferencia de los usuarios se divide en tres tipos de consumo: 98 por ciento prefiere el chocolate de mesa (con agua o leche); un 68 por ciento la chocolate en polvo, un seis por ciento se inclina por el chocolate golosina.
Aunque las ventas de chocolate en sus diferentes presentaciones aumentan en la temporada de frío, aún falta mucho para alcanzar un ritmo de consumo como el que se da en los países nórdicos, en donde el consumo per cápita al año es de 13 kilos, mientras que en México es solo de 750 gramos.
Alicia Páramo explica que el aumento al presupuesto que se destina al campo mexicano por parte del Gobierno federal beneficiará de manera considerable a la producción de cacao, sobre todo, en Tabasco y Chiapas.
“Es un buen momento para este sector. Nosotros estamos muy contentos porque gran parte de ese dinero se destinará al cacao, lo que importa es poner en marcha acciones para que la gente conozca la relevancia de este producto y lo valore”.