La moneda está en el aire. En un intento por tranquilizar a los mercados, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que el Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (MEXCAT) seguirá operando para responder a los compromisos contraídos con inversionistas, sin afectar los planes de construcción del nuevo aeropuerto en Santa Lucía.
“Es nuestra palabra que los accionistas no pierdan estas inversiones. Se va a garantizar a todos el respaldo de las acciones para inversionistas y contratistas”, expresó el mandatario durante su primera conferencia matutina.
Para asegurar esto, el gobierno mexicano anunció la emisión de una oferta de recompra por 1,800 millones de dólares de los 6 mil millones de dólares de bonos emitidos para financiar el proyecto del NAIM.
Asimismo, los nuevos integrantes del Consejo de Administración del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) aplazaron la cancelación de las obras en Texcoco, Estado de México, con el objetivo de que la administración federal tenga tiempo de lograr un acuerdo con los tenedores de bonos.
88.67
Como consecuencia, el precio del bono para 2026 subió 7.69 por ciento para alcanzar los 88.67 dólares, en tanto que el bono para 2047 repuntó 13.13 por ciento a 85.19 dólares, según Bloomberg.
Desde el 29 de octubre, cuando el entonces presidente electo confirmó la cancelación del nuevo aeropuerto, el precio de esos bonos cayó hasta 0.77 dólares en su base par de un dólar.
Mientras que el tipo de cambio superó la barrera de los 20 pesos por dólar, por lo que el mercado seguirá muy de cerca los movimientos del presidente López Obrador y su equipo durante las próximas semanas.
Gabriela Siller, economista en Jefe de Banco Base, comparte que la recompra también sirvió para minimizar el impacto por las demandas que traería una cancelación definitiva del NAIM.
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No obstante, advierte del riesgo de que en los próximos días regrese la volatilidad que ha experimentado el mercado por factores internos y externos.
“El anuncio inyectó confianza a los inversionistas, pero en el corto plazo dependerá del manejo que el Gobierno federal le dé a las finanzas públicas y, en particular, de lo que se presente con el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2019”, precisa la académica del Tec de Monterrey.
La agencia calificadora Moody’s extendió la perspectiva negativa de los bonos del NAIM hasta que se den a conocer los resultados de la oferta y los efectos sobre la deuda por estos instrumentos.
Aunque la medida busca dar certeza a los bonistas, Siller comparte que esto no cambia la decisión de echar para atrás el proyecto, pero en el supuesto de que decidieran no cancelarlo la estabilidad en los mercados podría extenderse por más tiempo.
“La recompra de bonos fue una buena decisión, pero entre más certidumbre se dé al mercado mejor será para el crecimiento económico de México”
