Heredero de capitanes de industria alemanes, millonario, coleccionista, mujeriego, obsesionado con la astrología. Gunter Sachs es el prototipo perfecto del excéntrico del jet-set de la Europa de la posguerra. Vivía de fiesta en fiesta, tenía amistades tan irreverentes como el mismo Andy Warhol e incluso tuvo un romance con la reina de Irán. La vida de Sachs tuvo un final trágico cuando, al igual que su padre en 1958, se suicidó.
Delirio astrológico
> La más grande pasión y obsesión de Gunter Sachs fue la astrología. Dirigió un gran proyecto que concluyó con la fundación del Instituto para el Análisis Empírico y Matemático de las Relaciones entre la Astrología y el Comportamiento Humano. Las investigaciones de este centro buscaban confirmar científicamente las afirmaciones de la astrología en las que Sachs aplicó sus conocimientos de fotografía.
Arte vanguardista
> Gunter Sachs fue uno de los coleccionistas más ávidos de toda Europa. En su mansión de Gstaad, Suiza podían encontrarse obras de Warhol, Dalí, Liechtenstein y Magritte. Sachs, fascinado por el Pop-Art, montó la primer exposición de Warhol en Europa que fue un fracaso. Sin embargo, Sachs
compró todas las obras, hoy valuadas en millones de dólares como comprador de arte compulsivo que era.
Herencia familiar
> La fortuna de la familia de Gunter Sachs le permitió financiar su desenfrenado estilo de vida. Su madre era hija de Wilhem Von Opel, dueño de la firma automotriz. El padre de Gunter fue dueño de Fichtel & Sachs, la empresa de autopartes más importante de Alemania. El padre de Gunter era conocido personalmente por los oficiales nazis Göring y Himmler. Fue absuelto por los estadounidenses después de la guerra, pero se suicidó en 1958.
Un alemán en París
> Quienes conocieron a Gunter Sachs pueden rememorar miles de anécdotas. Desde cuando convenció a Salvador Dalí de disparar una escopeta en el penthouse del alemán, hasta las hazañas deportivas de Sachs en el club de trineo de St Mortiz, Suiza. Sin embargo, la mayor audacia del alemán fue la de irse a vivir a París en 1958, apenas trece años después de que se terminó la Segunda Guerra Mundial en la que los alemanes invadieron Francia.
El último playboy
> El magnate alemán siempre fue considerado un gran mujeriego, presa natural de la prensa rosa de Europa. Denominado “el último playboy”, saltó a la fama por su romance con Soraya Esfandiary, antigua reina de Irán. En 1966, se casó con la afamada actriz francesa Brigitte Bardot en Las Vegas. Para proponerle matrimonio, contrató un helicóptero para que dejara caer miles de pétalos de rosa sobre la mansión de Brigitte.