La propuesta de Hillary Clinton
En un proceso electoral que se ha caracterizado por ser disruptivo y por un electorado que se ha alejado del centro en el espectro político, no hay lugar para las medias tintas en lo que se refiere al pronunciamiento de los lineamientos de política económica por parte de los candidatos a la presidencia de Estados Unidos.
Rodrigo Carbajal
En un proceso electoral que se ha caracterizado por ser disruptivo y por un electorado que se ha alejado del centro en el espectro político, no hay lugar para las medias tintas en lo que se refiere al pronunciamiento de los lineamientos de política económica por parte de los candidatos a la presidencia de Estados Unidos.
El lunes el candidato republicano, Donald J. Trump, presentó los puntos generales de su programa económico en un discurso en Detroit, Michigan, dentro del corazón manufacturero de Estados Unidos. Considerando la tradición del Partido Republicano en materia de política económica, la agenda de Trump resulta paradójica.
Por un lado, abrazó el llamado republicano a la desregulación, particularmente en el ámbito ecológico y financiero. Asimismo, evocando la política del “goteo económico” de la era del presidente Ronald Reagan, Trump anunció un recorte significativo de impuestos. El candidato republicano busca reducir la tasa máxima de impuesto sobre la renta de 39.6 por ciento a 33 por ciento.
Por otra parte, la agenda económica de Trump se ha basado en un discurso abiertamente en contra de los tratados de libre comercio que ha celebrado Estados Unidos. El candidato republicano buscará renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y además anunció la imposición de tarifas arancelarias de 35 por ciento y 45 por ciento a los productos que son importados desde México y China, respectivamente.
En ese sentido, ayer fue el turno de la candidata demócrata, Hillary Clinton, de responder al pronunciamiento económico de Trump al ofrecer su propio discurso en Detroit.
Hillary a la izquierda
En las primarias demócratas, Hillary Clinton desplazó su discurso de política económica hacia la izquierda después de que su rival de partido, el senador Bernie Sanders, criticó el apoyo de la ex secretaria de Estado a tratados comerciales como el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés).
Por lo tanto, pese a que Clinton buscó diferenciarse de las políticas económicas que abanderó Trump, la coyuntura política la obligó a ser crítica con el libre comercio. La candidata demócrata dijo que hay acuerdos comerciales que han lastimado a Estados Unidos y que había que poner un alto a “China y otros países” que han tomado ventaja de este status quo que opera en detrimento de los
trabajadores y la industria estadounidense.
Estados Unidos cuenta con un déficit comercial de alrededor de 50 millones de dólares con México, país que destina el 80 por ciento de sus exportaciones a su vecino del norte.
Asimismo, la candidata demócrata se pronunció en contra del TPP: “Antes, ahora y después de noviembre he estado y estaré en contra de este tratado”.
El TPP, que reúne a 12 países que representan el 40 por ciento de la economía global, entre los que se incluye México; es el tratado multilateral más importante del mundo e implica una actualización del TLCAN para los países de América del Norte.
A pesar de que la candidatura de Clinton es vista como una continuación de las políticas del presidente Barack Obama, su posicionamiento en relación a las políticas de libre comercio rompen uno de los mayores legados del actual presidente en materia de política económica. Obama logró la firma del TPP y ha promovido un acuerdo similar con la Unión Europea.
Sin embargo, aún persisten dudas respecto a si Hillary Clinton cumplirá estas promesas. En campaña, Bill Clinton y Barack Obama criticaron las políticas de libre comercio, más afines a la plataforma republicana. Cuando ejercieron el poder, uno utilizó su capital político para sacar adelante al TLCAN y otro logró acordar el TPP con otros 11 países.
Responsabilidad fiscal
El discurso de Hillary Clinton insiste en que las políticas económicas de Trump, especialmente las fiscales, llevarán a EU a la recesión.
La candidata hizo referencia al estudio de Moody’s en el que se concluye que una aplicación cabal del programa de Trump incidiría significativamente en un aumento del déficit, en la pérdida de empleos y en una contracción económica en los últimos años de la presidencia del republicano.
En cambio, las políticas fiscales de Hillary Clinton se apegan a la tendencia del gobierno actual, con un ligero incremento en el gasto público en infraestructura.
El Comité para un Presupuesto Federal Responsable, organización apartidista, estima que la trayectoria a 10 años del déficit y de la deuda bajo las políticas de Clinton seguirán la proyección de las políticas actuales: 4 por ciento del PIB para el déficit y 87 por ciento del PIB para la deuda pública.
Esto contrasta con las proyecciones de Trump, cuyas políticas incidirían en un déficit de 9 por ciento del PIB y una deuda pública de 127 por ciento.
A partir de estas estimaciones, la campaña de Clinton ha insistido en diferenciarla del candidato republicano en términos de “responsabilidad y rectitud fiscal”.