Los Simpsons son la familia más conocida del mundo. Desde hace 30 años, Homero, Marge, Bart, Lisa y Maggie ostentan la corona de un imperio millonario que se extiende más allá de los límites de Springfield.
La serie creada por Matt Groening es una de las franquicias más longevas y rentables de la pantalla chica, con ingresos anuales que superan los 13 mil millones de dólares (mdd).
La publicidad y la venta de mercancías y juguetes son el mayor músculo de la familia amarilla. Al cierre de 2017, estos segmentos recabaron de manera conjunta 10 mil 485 mdd, de acuerdo con Statistic Brain.
La producción tiene 659 capítulos distribuidos en 30 temporadas y en sus anaqueles cuenta con más de 170 premios, 300 nominaciones, así como un ejército de seguidores en todos los continentes.
“Han sido 30 años de contenido y todos los seguidores saben que existe un antes y un después de las primeras y las últimas temporadas. El impacto político y la crítica a ciertos aspectos sigue vigente, pero Los Simpsons viven de sus glorias pasadas, sin embargo, es de reconocerse que la serie haya llegado tan lejos cuando muchos de sus fans creen murió desde la temporada 15”, precisa Yáñez, quien fundó la comunidad virtual que a la fecha contabiliza más de 140 mil seguidores en la red del pájaro azul.
La lucha por sobrevivir
Tres décadas después, Los Simpsons aún se ubican en el imaginario colectivo, pero sus ratings han disminuido. Sin embargo, no es un caso aislado, ya que en los últimos 60 años, la popularidad de los programas en la pantalla chica va en declive a causa de la proliferación de series, canales y la llegada del streaming.
En 1989, cuando la serie se adaptó al formato de media hora para Fox Broadcasting Company, los 30 programas con el rating más alto en la televisión promediaron una calificación de 17.7, de acuerdo con una medición de Nielsen.
Esto quiere decir que 17.7 por ciento de los hogares con televisión sintonizaron este repertorio.
Entre 2014 y 2015, la misma lista de 30 logró un rating promedio de 8.7, dato que demuestra que en un periodo de 25 años hubo una disminución de 50 por ciento en el rating.
La muerte de Los Simpsons se ha pronosticado desde hace años, pero siempre encuentra la forma de mantenerse vigente. Agustín Mario Giménez, director de Social Live, opina que las redes sociales le dan un segundo aire a la cultura amarilla, gracias a que ahora los millones de fanáticos pueden revivir temporadas pasadas o incluso ver adelantos de los nuevos capítulos.
“La serie se reconvirtió con el paso del tiempo y se adaptó a los cambios tecnológicos. En este momento existen múltiples públicos que disfrutan de Los Simpsons y es un fenómeno sociocultural que se mantendrá porque es un referente a nivel mundial”, refiere el también cocreador, junto con Ariel Sanguinetti, del proyecto Los Simpson en TV en Twitter.
Con las orejas de Mickey Mouse
En marzo pasado, la familia Simpson se puso las orejas del ratón Mickey Mouse, luego de que Disney cerró la compra de la división de entretenimiento de 21st Century Fox, tras haber recibido el visto de bueno de los reguladores de varios países, incluido México.
La transacción, cuyo valor fue por 71 mil 300 mdd, dio pie al surgimiento de un gigante que hoy controla los contenidos de Star Wars, Marvel, Pixar, Avatar, Alien, y ahora también los personajes amarillos de Matt Groening. Con la fusión, muchos fanáticos de Los Simpsons cuestionaron sobre si el destino de la serie tenía los días contados, pero Is-bóset Yáñez opina que en esta clase de operaciones siempre hay un periodo de incertidumbre y descarta que la esencia original se pierda.
La serie es conocida por sus predicciones y un dato curioso sobre la compra es que en el capítulo ‘Cuando se anhela una estrella’, que se transmitió en 1998, la producción anticipó la compra de Fox por parte de Disney.
La empresa fundada el 16 de octubre de 1923 por el productor Walt Disney y el animador Ub Iwerks es conocida por saber monetizar todo lo que adquiere.
Para los analistas, la compañía del ratón tiene un buen desempeño y su capitalización de mercado no pierde brillo al tomar en cuenta que esta se ubica en 171 mil 660 millones de dólares y tampoco reporta pérdidas trimestrales significativas.
Por ahora es incierto lo que ocurrirá con la familia de Homero Simpson, pero el empresario argentino Agustín Mario Giménez confía en que con esta operación los habitantes de Springfield experimenten un segundo aire entre sus seguidores de todo el mundo.