Pocos son los jóvenes mexicanos que algún día experimentarán qué es tener una vivienda propia. Los tiempos han cambiado, las generaciones anteriores tenían la ventaja de recibir prestaciones de ley y cotizar por medio de sus empresas al seguro social.
Estos beneficios se han retirado poco a poco dejando desprotegido el futuro de los jóvenes, quienes ante un panorama incierto siguen luchando día a día por una oportunidad.
La contratación por medio de outsourcing, que actualmente utilizan las empresas, rompió el esquema tradicional de trabajo en México, pues para la mayoría de la población joven económicamente activa se eliminaron las prestaciones de ley.
Los profesionistas recién egresados son los más afectados ante estas adversidades, ya que al quitarles estos beneficios no solo se les cierran las puertas, también les frenan la posibilidad de independizarse por medio de la adquisición de un patrimonio.
Samuel Torres Méndez, director de investigación del Instituto Mexicano de la juventud (Imjuve), asegura que en la actualidad hay 37.5 millones de jóvenes en situación de pobreza, que además de no tener la posibilidad de acceder a un crédito del Instituto Nacional de la Vivienda para los trabajadores (Infonavit) sufren de la falta de protección social.
En México, los jóvenes que trabajan, pero no de manera formal, son 65.6 por ciento hombres y 34.4 por ciento mujeres.
Para que se otorgue un crédito, como primer requisito el solicitante debe tener un trabajo formal para que su empresa lo registre con su edad y salario ante el seguro social.
La mayoría de los trabajadores están registrados ante el IMSS/ Infonavit con un salario mensual integrado de entre uno y hasta cinco UMA (es decir, con un salario de entre 2 mil 500 y 12 mil 800), de acuerdo con el informe 2019 del Infonavit.
Lo anterior refleja el panorama sombrío de la realidad que atraviesan las nuevas generaciones, pues sin prestaciones no pueden sumar puntos para el Infonavit.
Aproximadamente 41.2 por ciento de la población joven no cuenta con ningún tipo de prestaciones de ley de acuerdo con el último informe del Coneval.
Empleos sin futuro
En la actualidad, todavía existen algunas empresas que dan prestaciones de ley, pero bajo condiciones laborales con contratos temporales, que van de los tres a los 12 meses.
El hecho de que exista esto también afecta la posibilidad de tener un crédito. Infonavit lo da siempre y cuando se junten 116 puntos, los cuales si se trabaja de manera continua y en un solo trabajo se consiguen en por lo menos tres años.
La juventud se ve atacada desde diferentes frentes. Alrededor de 31 por ciento de ellos podrían pasar toda su vida trabajando y aún así no alcanzar a cubrir el puntaje.
Samuel Torres Méndez afirma que a pesar de lo negativo que esto podría representar el panorama no es tan desalentador en el futuro, ya que a falta de patrimonios los jóvenes están buscando la acumulación de experiencias de vida, como los viajes.
“Ellos tienen soluciones creativas ante la falta de vivienda; ahora se vuelven roomies, se expresan a través de la cultura y generan ingresos de manera independiente”.