Inseguridad impulsa industria de autos blindados

La inseguridad que se vive en México impulsa el crecimiento de esta industria, pero aún se enfrenta a puntos débiles respecto a la certificación de las empresas participantes
Mara Echeverría Mara Echeverría Publicado el
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“México es referente en la industria por su calidad de producción”
Pablo AicardiConsejo Nacional de la Industria del Blindaje

La industria de los autos blindados crece en México ante la inseguridad. Sin embargo, el auge de las empresas que ingresan al negocio pueden ser un talón de Aquiles, debido a la falta de un estándar de producción.

Los fortalecedores de vehículos colocaron mil 769 unidades durante los primeros seis meses de este año, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).

Al respecto, el Consejo Nacional de la Industria del Blindaje (CNIB), que agrupa a 13 empresas del sector, detalla en un análisis que, de esa cifra, 68 por ciento corresponde a vehículos SUV; 23 por ciento a pick up; 7 por ciento a vehículos militares y policiales, y 5 por ciento a sedanes.

Para el cierre de este año, se prevé un incremento de 10 por ciento y aunque parece un número alentador, la cifra queda por debajo del 17 por ciento registrado durante 2017.

Pablo Aicardi, presidente de la Comisión de Normas y Certificación del CNIB, considera que el auge del sector se ha fortalecido en los últimos años, pero el gran reto al que aún se enfrenta es a la regulación de empresas que no están registradas y que ofrecen una cobertura balística de baja calidad a cambio de precios reducidos.

“En México existe este vacío a causa de la falta de una normativa por parte de un organismo pertinente que establezca cuáles deben ser los parámetros mínimos para blindar un vehículo”, comenta.

“La CNS puede irnos recertificando cada año, pero no es una validación que garantice que el vehículo cuenta con calidad”
Mauricio GaribaldiDirector comercial de Blindajes Alemanes

Las firmas que ofrecen el servicio para blindar automóviles no emplean las mismas técnicas y materiales, aunque otras realizan pruebas en laboratorios de balística para alinearse a normas globales.

La falta de reglas para la manufactura propicia que algunas empresas no elijan materiales adecuados, por lo que una vez ensamblados no se obtienen resultados que garanticen la seguridad de los compradores.

Al respecto, Mauricio Garibaldi, director comercial de Blindajes Alemanes, refiere que existe un auge de negocios clandestinos que ofrecen el servicio de forma poco profesional.

“El riesgo más grande es que los clientes asumen que todos los blindajes son iguales y que sólo deben preocuparse por el precio”, declara Garibaldi.

Al alcance de pocos

El incremento en el número de blindajes coincide con el alto índice de violencia en el país.

El año pasado fue considerado como el más sangriento al registrarse 31 mil 174 muertes por homicidio, cuando en 2007 el registro era de 8 mil 867 asesinatos, de acuerdo con datos del Inegi.

En tanto, la organización México Denuncia reporta que en 2017 se registraron 36 mil 450 secuestros. Cada año, la inseguridad cuesta a los mexicanos alrededor del 1.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Ante este panorama, los vehículos blindados representan una herramienta para quien dispone de esta clase de servicios para proteger su integridad. Sin embargo, no toda la población tiene la posibilidad de tener acceso a uno.

“Sólo un pequeño segmento de la población puede acceder a un auto blindado y son aquellos que están en la punta de la pirámide demográfica. Ellos pueden pagar esos costos aunque son los que están más expuestos a secuestros, uno de los negocios que más reditúa al crimen organizado”, expresa Arturo Argente, director de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey, campus Toluca.

El costo de un auto acorazado útil para enfrentar la violencia urbana puede ser similar al de un vehículo de gama media alta, ya que ronda los 33 mil 500 dólares más impuestos, por lo que un signo de peligro puede ser un costo menor, de acuerdo con Aicardi, del CNIB

Para Garibaldi, directivo de Blindajes Alemanes, la necesidad de seguridad va más allá del valor del auto, pues desde comerciantes hasta profesionistas se suman a su lista de clientes que también está formada por altos funcionarios, empresarios y gobiernos a nivel internacional.

“Hay gente que da prioridad a su seguridad y además busca proteger a su familia y aunque no cuenten con recursos hacen un esfuerzo para satisfacer esta necesidad”, refiere.

Sorteando al mercado negro

Las blindadoras con permiso para operar en México tienen que estar registradas ante la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) y deben revalidar su certificado cada año.

Pero, este es considerado sólo un trámite administrativo que no garantiza calidad.

Garibaldi, de Blindajes Alemanes, opina que cualquier armadora puede contar con la autorización y revalidarla sin tanto problema.

Los especialistas coinciden en que la regulación en México aún no es lo suficientemente madura, al tomar en cuenta que la reglamentación de fabricación no está definida y no hay un control más allá del permiso.

Por lo tanto, Pablo Aicardi, del CNIB, considera que esto debe mejorarse ante las perspectivas positivas que existen para el sector.

“El mercado mexicano tiene mucho por crecer, ya que existe una necesidad real ante el panorama al que se enfrentan los mexicanos todos los días”.

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