Fiesta Emergente
Desde la última vez que la Reserva Federal(Fed) se propuso iniciar un ciclo de contracción monetaria, en 2013; a la más reciente decisión de política monetaria de este mes, el impacto en los mercados emergentes ha sido diametralmente opuesto.
Tras el anuncio del Comité de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), la semana pasada, el peso mexicano y el oro se apreciaron, lo que representó un movimiento contrario a lo que se esperaría luego de un alza de tasas por parte de la autoridad monetaria estadounidense.
Lourdes González
Desde la última vez que la Reserva Federal(Fed) se propuso iniciar un ciclo de contracción monetaria, en 2013; a la más reciente decisión de política monetaria de este mes, el impacto en los mercados emergentes ha sido diametralmente opuesto.
Tras el anuncio del Comité de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), la semana pasada, el peso mexicano y el oro se apreciaron, lo que representó un movimiento contrario a lo que se esperaría luego de un alza de tasas por parte de la autoridad monetaria estadounidense.
Esta reacción de los inversionistas tal vez ocurrió porque el mercado estaba anticipando un tono más “hawkish” en el comunicado y en las proyecciones de los integrantes del banco central, expuso Martín Hernández, analista de Signum Research.
Por su parte, Citibanamex refirió en un reporte que el tono laxo del comunicado de la Fed impulsó a los mercados, sobre todo a los emergentes. La Bolsa Mexicana de Valores registró un alza de 6.0 por ciento en dólares, y de 3.2 por ciento medido en pesos.
“El alza de tasas de la Fed está lejos de significar malas noticias para los mercados bursátiles”, señaló Tobias Levkovich, estratega de Citi Research en Estados Unidos.
En ese mismo sentido reaccionó el mercado accionario en Estados Unidos, donde el S&P 500 y el índice Dow Jones registraron un alza de 0.2 por ciento y de 0.1 por ciento, respectivamente.
“Nuestros economistas en Estados Unidos cambiaron sus perspectivas de alza en tasas por parte de la Fed a junio y septiembre, adicional a la de marzo. Cada una de esas dos alzas pronosticadas sería de una magnitud de 25 puntos base”, precisó el informe.
La influencia de la Fed
Lo que es un hecho es que las proyecciones de alza de tasas de la Fed fueron menos agresivas que lo esperado por el mercado. Así lo demostró la gráfica dot plot, que se utiliza para señalar la perspectiva de la trayectoria de política monetaria. Tres funcionarios del banco central elevaron su pronóstico a tres alzas para 2017, en vez de dos.
La especulación por el alza gradual de la Fed para el presente año llevó al principal índice de la Bolsa Mexicana de Valores al iniciar la sesión por arriba de 49,200 puntos, lo que representó un nivel máximo histórico.
La semana pasada, el IPC registró la mejor ganancia del presente año, al quedar tan sólo 101.46 puntos de su récord registrado en agosto de 2016. El rendimiento semanal de la BMV resultó de 3.17 por ciento, para ubicar el principal indicador en 48,893.44 unidades.
El consenso de analistas argumenta que en este ánimo influyó que funcionarios de la administración de Donald Trump han usado un lenguaje menos agresivo contra México y la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Este ascenso de los mercados emergentes, luego del alza en tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos, ha llamado la atención de los inversionistas globales.
La expansión de la economía estadounidense, que crecerá alrededor de 2.3 por ciento este año (según pronósticos oficiales), es citada como el principal factor que explica el optimismo del mercado hacia los activos emergentes.
“Las recuperación global se está haciendo más fuerte e incluso Europa está mostrando algunos signos de vida”, declaró Hertta Alava, directora de mercados emergentes de FIM Asset Management de Helsinki, a la agencia Bloomberg.
“Hubo un poco de debilitamiento a finales de febrero, pero los inversionistas están de vuelta en el juego. El ambiente es bueno para el sentimiento de riesgo”, añadió.
Entrada de capitales
Sin embargo, las economías emergentes encuentran en las políticas de la administración de Donald Trump el mayor riesgo y por lo tanto, el mercado ha tomado una posición de “esperar y ver”.
Al respecto, la firma de administración de activos más grande del mundo, Blackrock, refirió que “los fundamentales se están haciendo presentes”, en el caso de países emergentes como México.
El país, asociado como uno de los mercados emergentes con el mejor perfil macroeconómico, está revirtiendo una tendencia de deterioro que se hizo patente el año pasado, cuando los inversionistas castigaron a los activos mexicanos a raíz de eventos clave como la elección de Donald Trump y el referéndum del denominado Brexit.
Otro dato a considerar es el diferencial de tasas entre el bono a 10 años de México y Estados Unidos, que es cercano a 500 puntos base, lo que hace al país altamente atractivo por su perfil de riesgo.
Esto se tradujo en entradas de inversión en cartera significativas: la tenencia de valores del gobierno en manos de extranjeros registró un récord de 2.195 billones de pesos.
Entre el 19 de enero y el 8 de marzo, la entrada de inversión en cartera se ubicó en 99.1 mil millones de pesos, de acuerdo al Banco de México.
En el mercado mexicano, el bono de deuda soberana de 10 años paga una tasa nominal en promedio de 7.80 por ciento; mientras que en Estados Unidos el instrumento comparable del mismo plazo registra un rendimiento de 2.80 por ciento.
A pesar de ello, el consenso de analistas sostiene que este optimismo no es permanente. Los mercados emergentes son una clase de activos altamente susceptibles a cambios como por ejemplo, el sentimiento del mercado, a los ajustes repentinos de la política monetaria de los principales bancos centrales del mundo, así como a la caída del precio del petróleo y a riesgos geopolíticos.
Confianza emergente
Usualmente, cuando el mercado espera que la Reserva Federal iniciará un ciclo de alzas en su tasa de interés de referencia, el dólar se fortalece y los mercados emergentes presentan salidas de capitales. El comportamiento del fondo ETF iShares MSCI para Mercados Emergentes pone de relieve que en el 2017 ha ocurrido lo contrario.