¿Inversiones o fugas?
Las adquisiciones corporativas por parte de empresas chinas han incrementado su paso, levantando sospechas de que son utilizadas como burlas a los controles de capital.
Los chinos se están convirtiendo en los inversionistas del mundo.
Desde finales del año pasado, se ha registrado una oleada de adquisiciones corporativas por parte de empresas chinas. Esto no representa un fenómeno sectorial. La compra de empresas, particularmente en Europa y Estados Unidos, va desde la industria hotelera hasta la industria de desarrollo de software.
Rodrigo Carbajal
Las adquisiciones corporativas por parte de empresas chinas han incrementado su paso, levantando sospechas de que son utilizadas como burlas a los controles de capital.
Los chinos se están convirtiendo en los inversionistas del mundo.
Desde finales del año pasado, se ha registrado una oleada de adquisiciones corporativas por parte de empresas chinas. Esto no representa un fenómeno sectorial. La compra de empresas, particularmente en Europa y Estados Unidos, va desde la industria hotelera hasta la industria de desarrollo de software.
El fenómeno es exclusivo de China, lo cual contrasta con lo que está sucediendo a nivel global. El valor anualizado de las fusiones y adquisiciones mundiales en el primer trimestre del 2016 se redujo 25 por ciento.
Sin embargo, los chinos continúan gastando miles de millones de dólares para hacerse de empresas extranjeras: Dalian Wanda compró el estudio de cine Legendary por 3.5 mil millones de dólares, la firma de maquinaria Zoomlion adquirió a su rival estadounidense Terex por 3.3 mil millones de dólares y General Electric le vendió a Haier su división de electrodomésticos en 5.4 mil millones de dólares. Todas las operaciones han ocurrido este año.
En febrero, ChemChina realizó la mayor adquisición corporativa en el exterior en la historia de China al comprar la compañía suiza de agroquímicos Syngenta por más de 43 mil millones de dólares.
Asimismo, la aseguradora Anbang está peleando con Marriott para adquirir la cadena hotelera Starwood en lo que se ha convertido en una subasta de alto nivel. La oferta de 14 mil millones de dólares que realizó la firma china podría detener la creación del grupo hotelero más grande del mundo.
Urgencia de salir
A pesar de que la economía de China se encuentra en plena reestructuración y que esto se ha reflejado en una desaceleración del crecimiento, el apetito de las empresas chinas por las fusiones y adquisiciones en el exterior mostró un incremento sustancial en la última parte del 2015.
De acuerdo a datos de Reuters, el valor de las empresas adquiridas por compañías chinas pasó de alrededor de 20 mil millones de dólares en el tercer trimestre de 2015 a más de 100 mil millones de dólares en el primer trimestre del 2016.
Datos recopilados por Bloomberg confirman esta tendencia. Entre el 2008 y el 2014, el valor de las adquisiciones por firmas de China en el exterior se mantuvo estable debajo de los 90 mil millones de dólares. En el 2015, la cifra casi se duplicó al llegar a 166 mil millones de dólares y en tan sólo los dos primeros meses del 2016 se rebasaron los 100 mil millones de dólares.
La tendencia no es mera casualidad. Desde que ocurrió la devaluación del yuan frente al dólar en agosto del año pasado, la moneda china se ha debilitado continuamente.
Esto, aunado al deterioro de las perspectivas de crecimiento, pone en riesgo el valor de los activos de los grandes inversionistas del país asiático.
En un país en el que en el 2015 se registró una salida de capitales del orden de un billón de dólares, los controles de los flujos financieros se volvieron más restrictivos. En ese sentido, la adquisición de empresas en el exterior surge como una atractiva vía para preservar el capital.