Invirtiendo en patadas
La Final del Clausura 2012 del futbol mexicano está en marcha, y con ella muchas emociones para los aficionados en Monterrey y Torreón.
Además de adrenalina, el futbol también es un negocio que genera sustanciosas ganancias, especialmente en México.
Desde la perspectiva empresarial, una buena decisión de inversión es obtener la mayor rentabilidad por peso invertido.
Ya que cada jugador contratado influye de alguna manera en el resultado final, se podría calificar a los equipos no sólo en juegos o campeonatos ganados, sino en términos de inversiones.
Eduardo Flores
La Final del Clausura 2012 del futbol mexicano está en marcha, y con ella muchas emociones para los aficionados en Monterrey y Torreón.
Además de adrenalina, el futbol también es un negocio que genera sustanciosas ganancias, especialmente en México.
Desde la perspectiva empresarial, una buena decisión de inversión es obtener la mayor rentabilidad por peso invertido.
Ya que cada jugador contratado influye de alguna manera en el resultado final, se podría calificar a los equipos no sólo en juegos o campeonatos ganados, sino en términos de inversiones.
¿Qué equipo sabe aprovechar sus recursos? ¿Qué jugador de la liguilla es mejor inversión? Al analizar los datos sobre goles, nos damos cuenta que el Santos fue el plantel con mejor inversión en la liguilla, en la relación de pesos invertidos por gol.
Según estimaciones del sitio inglés de deportes, Transfermarkt, con los aproximadamente 583 millones de pesos que en conjunto valen los jugadores que componen el equipo, el Santos logró anotar 42 goles en el torneo regular, es decir, 13 millones de pesos por gol.
Esto a diferencia del otro finalista, el Club Rayados de Monterrey, que invirtió 19 millones de pesos por cada tanto anotado en el torneo, con un valor total del equipo de 759 millones de pesos, de acuerdo a Transfermarkt.
Si tu estrategia para ganar un partido es ofensiva, el peor equipo en la liguilla en el cuál invertir es Tigres de la UANL, pues requirió de 31 millones de pesos en inversión por cada gol que logró anotar, más del doble que el Santos, su rival en Semifinales.
Defensa redituable
La ofensiva no lo es todo. Ganar partidos se trata también de defender la portería propia.
Paradójicamente, el equipo que representa la mejor inversión en términos defensivos son los Rayados.
Si bien no fue el equipo de la Liguilla que menos goles permitió, los 18 goles que sus contrarios le anotaron le costaron relativamente poco al equipo.
De los juegos de Liguilla que se han desarrollado hasta el momento en el Clausura 2012, han avanzado a la siguiente etapa el equipo de mayor valor en el mercado, a excepción de la Semifinal de Tigres-Santos, donde los felinos fueron superados.
En cuanto a jugadores, la ecuación no es tan simple pues cuantificar la labor creativa de un medio o las barridas de los defensas es más difícil.
Además, un club podría invertir en jugadores individuales por factores diferentes a su desempeño deportivo. Quizás es buen complemento a otro jugador dentro del equipo o es un activo con expectativas de aumentar su valor en el futuro.
Algunos simplemente son carismáticos y por lo tanto venden entradas y jersey, lo que desde el punto de vista empresarial los hace buenas inversiones,
Sin embargo, en el caso de los delanteros, a pesar de los problemas que esto conlleva, resulta interesante cuantificar la labor del jugador.
Costos de goleadores
El delantero que resultó mejor inversión dentro de los equipos en la liguilla fue Oribe Peralta, de Santos Laguna.
Según su valor implícito de mercado, cada uno de sus goles le costó a sus contratistas 3 millones de pesos. En segundo lugar está Duvier Riascas, de Tijuana, con 3 millones 800 mil pesos por gol.
Esto, contrario al costoso Héctor Mancilla, de Tigres, cuyos goles esta temporada le costaron al equipo más de 13 millones de pesos cada uno.
Sin duda resultados como éstos serán polémicos, pues el dinero que se gana con el futbol depende de muchos factores difíciles de cuantificar, ya que habrán siempre aficionados que estarán en las buenas y en las malas con su equipo.
Pero bien valdría la pena preguntarnos si Monterrey y Santos están en la final por factores ajenos a sus inversiones o gracias a que sus directivos son astutos hombres de negocios.