Istmo de Tehuantepec, corazón del nearshoring latino
El Gobierno federal quiere aprovechar las ventajas de la reconfiguración de las cadenas globales y para ello está inyectando recursos en obras de infraestructura como el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec
María Fernanda NavarroMéxico tiene claras ventajas en el proceso de reconfiguración del comercio internacional que se intensificó desde el 2020. Pero para llevarse todas las fichas que están en juego está preparando su mejor carta: el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
No sólo se espera que esta obra de infraestructura clave del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador sea una ruta para la conexión en la distribución de mercancías entre Centroamérica y Norteamérica sino que empresas extranjeras se relocalicen en esta zona como parte de la transición de la globalización a la regionalización de las cadenas globales de valor.
Para ello la actual administración anunció el pasado seis de julio que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) otorgará una línea de crédito de 200 millones de dólares para facilitar la relocalización de las empresas extranjeras en cualquier parte de México aunque se dará prioridad a la región del Istmo.
Datos del BID apuntan que México tiene el potencial más alto para beneficiarse del proceso del nearshoring que podría generar potenciales ganancias hasta por 35 mil millones de dólares, equivalente a 2.66 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), derivado de nuevas exportaciones de mercancías.
Además de este apoyo la Secretaría de Hacienda prepara incentivos fiscales para las empresas que se relocalicen en la región del sur y sureste del país, a través de sus actividades comerciales, el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA); así como inversiones por más de 20 mil millones de pesos.
El Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec tiene como pieza clave de la estrategia el Corredor Multimodal Interoceánico, el cual tiene por objetivo hacer más eficiente la conexión entre los puertos de Coatzacoalcos, en Veracruz; y Salina Cruz, en Oaxaca, a través de la modernización de la infraestructura ferrocarrilera, carretera, portuaria y aeroportuaria para que el cruce del Istmo sea rápido y competitivo.
Con este proyecto se espera aprovechar de forma eficiente el potencial geoestratégico de la región. Entre las acciones detonadoras de desarrollo están la modernización del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, modernización de la infraestructura de los puertos comerciales, modernización de la red de carreteras primarias y secundarias, fortalecimiento de la red aeroportuaria, fortalecimiento de la infraestructura de redes de conexión digital, así como el reforzamiento de la infraestructura de gas.
Además el gobierno de López Obrador prevé construir 10 polos industriales los cuales podrían generar una inversión de nueve mil 200 millones de dólares y 150 mil empleos en los estados.
De acuerdo con el programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec, la integración de estas obras de infraestructura podrán generar un nuevo modelo de desarrollo a través del fortalecimiento del mercado interno y los encadenamientos productivos regionales que permitan impulsar el bienestar de la población de esa parte del país.