Pésimo estudiante
● Desde joven, “Mad Jack” fue expulsado de varias escuelas por su mala conducta y bromas pesadas. Aún así, llegó a estudiar en Cambridge, donde se le recuerda haber introducido hasta 2 mil botellas de oporto para tomarlas mientras estudiaba ahí.
Siguiendo una tradición familiar, ingresó al Parlamento inglés, pero lo abandonó por encontrarlo poco interesante.
La caza, su obsesión
● Mytton fue una aficionado de la caza, especialmente obsesionado con la caza de zorros. Usualmente usaba ropa muy ligera, y tendía a desnudarse para perseguir a los zorros, sin importar el clima.
Fue dueño de más de 700 pares de botas de caza, y más de mil sombreros.
¿Montar caballo?… qué aburrido
● Con un gusto por hacer entradas épicas, John Mytton gustaba de llegar a las fiestas que organizaba montando a su mascota Nell, que era un oso negro domesticado.
En una ocasión, ante el bullicio de la muchedumbre, el oso se espantó y le mordió la pierna a su amo, quedando a poco de tener que ser amputada.
Piloto extremo
● Desde antes que existieran los motores, ya había conductores imprudentes. Mytton era famoso por manejar a altas velocidades su carruaje jalado por un solo caballo, entre obstáculos y sin preocuparse por su seguridad o la de otras personas.
Ante una apuesta, intentó hacer que su carruaje saltara por encima de una barda, estrellándose directamente contra ella.
A gastar y gastar
● Su gasto era tan imprudente y excesivo, que acostumbraba aventarle dinero a sus amigos y a los pobres de la calle. Mytton era además conocido por tomarse ocho botellas de oporto al día, acompañado de brandy. Se dio tal vida de excesos, que en 15 años ya había derrochado toda su herencia y además quedó fuertemente endeudado. “Mad Jack” tuvo que huir a Francia para escapar de la ley.