La advertencia de Trump
El presidente de Estados Unidos dio al gobierno mexicano un ultimátum para que resuelva la crisis migratoria, de lo contrario le impondrá sanciones económicas y aranceles
Nayeli Meza OrozcoMéxico y Estados Unidos se subieron de nuevo al ring. El presidente Donald Trump dio un gancho al hígado al gobierno mexicano al advertirle que tiene un año para resolver el problema migratorio y el flujo de drogas hacia territorio del tío Sam antes de que la Casa Blanca imponga sanciones económicas a su tercer socio comercial.
En un inicio, el mandatario republicano amenazó con cerrar la frontera con México, pero después suavizó su discurso hasta dejarlo en una advertencia que tiene fecha de caducidad en abril de 2020.
En el peor de los escenarios, si la frontera entre ambas naciones se cierra aumentarían los precios de producción, se interrumpiría la producción de automóviles y se tendrían otros impactos económicos generalizados.
México y Estados Unidos tienen un intercambio comercial diario que asciende a 1,200 millones de dólares de productos y servicios, de acuerdo con cifras oficiales. Esto la convierte en una de las regiones más dinámicas en el mundo y en un polo atractivo para las inversiones internacionales.
Juan Carlo Hernández, presidente de Coparmex Matamoros, advierte que en este momento los empresarios en la frontera norte del país viven en la zozobra de no saber qué es lo qué pasará, sobre todo, porque el inquilino de la Casa Blanca comienza a preparar el camino para su segunda campaña presidencial.
“El gobierno de Estados Unidos genera incertidumbre con esta retórica que busca intimidar a México de varias maneras para que haga algo sobre el tema migratorio, pero no se está pensando en los altos costos que esto está propiciando al libre mercado”, precisa el Hernández.
Alrededor del 80 por ciento de las exportaciones de México tienen como destino final el mercado estadounidense.
A raíz del Tratado de Libre Comercio (TLCAN), el país azteca generó casi 10 millones de empleos, mientras que Estados Unidos cerca de 4.8 millones.
El presidente de la confederación en la zona fronteriza asegura que a estas alturas del partido es imposible pensar en el desarrollo de la zona sin alguna de las partes por su grado de integración.
“Aunque Estados Unidos no puede vivir sin México y viceversa lo que está pasando es un llamado de atención a las autoridades mexicanas porque no se ha visto una postura firme del gobierno sobre el tema, y nosotros no podemos abandonar el camino ni lo que el sector productivo ha avanzado”, dice Juan Carlo Hernández.
El sector más vulnerable
El viernes pasado, el presidente Trump viajó a California, un estado donde una gran mayoría de los votantes se oponen a sus políticas y su índice de popularidad es el más bajo.
En Calexico, una localidad ubicada a al este de San Diego, inspeccionó una nueva sección del muro fronterizo. Ahí sostuvo que está analizado la aplicación de sanciones económicas, aunque no específico de qué se tratan.
En promedio, 29 por ciento de los californianos aprueban el desempeño de Donald Trump como presidente, de acuerdo con una encuesta realizada el mes pasado por el Instituto de Políticas Públicas de California, un grupo de expertos no partidista.
En un intento por halagar al gobierno morenista, el mandatario republicano dijo que México ya estaba tomando medidas para frenar el paso de los narcotraficantes y “si continúan con eso, todo estará bien. Si no, vamos a aplicar aranceles a sus autos al 25 por ciento”.
Yuridia Teloxa Cuahutle, coordinadora de Tráfico, Comercio Exterior y Aduanas, explica que la peor parte del golpe la está recibiendo el sector automotriz, debido a que ya se están reportando paros en la línea de producción porque no están llegando los materiales a los almacenes.
La salud de los transportistas también se ha visto deteriorada, ya que pasan largas horas en la carretera para poder cruzar, sin comida ni agua y muchas veces cuando llegan al punto el horario de revisión ya terminó.
“Esta situación nos está obligando a acudir a otras aduanas, sin embargo, también ya se están saturando. Otro factor es que el traslado a otro punto implica costos de seguridad porque tienes que proteger a tu operador y a tu unidad. Es un impacto muy fuerte, pero se tiene que gastar más para poder cumplir con los clientes”, detalla la especialista en negocios internacionales.
En días pasados, Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) externó su preocupación por la situación y dijo que es necesario que las autoridades de ambos países se sienten a negociar antes de que el problema escale a otras dimensiones.
A la par, Auto Alliance representante de algunos fabricantes del mundo y que produce el 70 por ciento de los vehículos que se venden en el mercado estadounidense pidió a través de un comunicado evitar el cierre de la frontera.
Al menos por ahora, Yuridia Teloxa Cuahutle se mantiene optimista de que las tensiones entre ambos países disminuirán con el paso de los días, aunque reconoce que no será sencillo.
“Esperamos que solo se trate de la efervecencia del momento porque cundo ambos socios se den cuenta del impacto económico que la situación está provocando van a tener que llegar a un punto de acuerdo”, refiere.
Problema de raíz
La razón principal por la que la frontera de México y Estados Unidos se ha vuelto menos eficiente es porque los agentes que hacen revisiones en los cruces también se ocupan de impedir que los migrantes puedan acceder a territorio estadounidense.
En un intento por reforzar la seguridad en la región, el presidente Trump anunció que se acelerará el despliegue de cientos de agentes en la frontera sur de Estados Unidos y se endurecerá la política de retorno a México de migrantes.
Larry Rubin, representante del Partido Republicano en México, manifiesta que el gran desafío de enviar a más agentes es que el proceso de su reclutamiento y formación puede demorar un poco.
“Hay una gran necesidad de Estados Unidos de contratar agentes fronterizos porque el sistema migratorio está totalmente rebasado y esto es un problema de seguridad nacional para ambos países”, agrega.
Ante la postura del presidente Trump de no dar marcha atrás a su posición sobre el fenómeno de migración, Rubin considera que el gobierno mexicano debe plantearse varios escenarios y comenzar a darle atención a puntos que ha dejado a un lado en su agenda en materia migratoria.