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El riesgo más fuerte en términos de impacto es una falla sistémica del sistema financiero, según el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés). En el 2012 ya lo habían pronosticado así y el temor continúa para este año que recién inicia.
Esto ha sido un cambio de los años anteriores si consideramos que en el 2011 el riesgo eran las crisis fiscales, del 2007 al 2010 fue el colapso del precio de los activos. Otros riesgos temidos en años anteriores incluyen una desaceleración en la economía china, aumento en el precio del petróleo y un retroceso en la globalización.
Sin embargo, por el impacto que puede llegar a tener una falla sistémica se debe de procurar establecer las reglas adecuadas para que el mercado financiero pueda funcionar sin traer problemas de índole mayor a la economía mundial.
Algo de lo que se ha discutido a fondo, pero no se ha resuelto una regulación satisfactoria, es el uso de tecnología para comerciar acciones en la bolsa. Conocido como High Frequency Trading, básicamente es el uso de computadoras para el intercambio de acciones a través de algoritmos matemáticos.
Esto ya ha causado fallas y se prevé que pueda seguir ocurriendo. Además se plantea que este tipo de tecnología prioriza ganancias de un corto plazo casi instantáneo en vez de buscar crecimiento de largo plazo para las empresas que cotizan en bolsa.
En fracciones de segundo se intercambian acciones cuando la tecnología percibe cambios en los precios y la posibilidad de generar ganancia, haciendo inútil el papel de los “traders”, quienes buscan generar ganancias en la bolsa actuando con rapidez.
En septiembre de 2012 este tipo de tecnología ya representaba el 70 por ciento de las operaciones que sucedían en las bolsas de valores alrededor del mundo. Esto significa un cambio importante que se ha gestionado en los últimos años, en la manera que funciona la bolsa de valores.
Casos de errores cometidos a través de estas tecnologías son numerosos y en países muy diversos.
Episodios desde el conocido Flash Crash que ocurrió el 6 de mayo de 2010, cuando en Estados Unidos el índice industrial Dow Jones cayó en cerca de 9 por ciento en cuestión de minutos, hasta el episodio en México donde una falla de este tipo por parte de la operadora BullTick le costó un poco más de 49 mil millones de pesos por una serie de órdenes automatizadas que se salieron de control.
Dentro del debate se ha propuesto limitar el uso del HFT por medio de una regulación donde exista un techo en la cantidad de operaciones que se puedan emitir por medio de este tipo de tecnología.
Por el otro lado se propone, en lugar de limitar el mercado, regularlo por medio de desincentivar el uso de esta tecnología. Esto se haría cargando con mayores impuestos a las ganancias de corto plazo en la bolsa.
Tanto el debate público como los medios de comunicación se han enfocado en temas como el precipicio fiscal o en el sobreendeudamiento de algunos países.
A pesar de la urgencia de estos temas, también se le tiene que dar el espacio a este tipo de problemas, es positivo que el World Economic Forum lo haya presentado como el riesgo que pueda tener más impacto en el año, en el sentido que le da importancia.
Otros riesgos
Los riesgos que le siguen a este problema en términos de mayor impacto son: falta de oferta de agua, falta de balanza fiscal en los países, escasez de alimentos, y distribución de armas de destrucción masiva.
Aun con todos estos serios problemas sociales recién mencionados, se considera el riesgo sistémico en el sistema financiero como un problema que puede tener mayor impacto.
Esto denota el alcance que tiene una caída en la bolsa de valores en un panorama internacional; el riesgo de otra recesión puede generar un nivel de pobreza global que luego causaría serios problemas sociales.
Además, este riesgo se viene arrastrando ya que lo consideraban como el mayor peligro desde el año pasado, por lo que la insistencia en tener que hacer algo al respecto seguirá hasta que puedan resolverlo.
Por otra parte, los problemas económicos que estiman que sucedan con más probabilidad es una severa disparidad en los ingresos y la falta crónica de balance fiscal en los países.
