La batalla fiscal de Obama
Además de tener que buscar mecanismos para impulsar la lenta recuperación económica de su país, el presidente estadounidense Barack Obama ha enfrentado diversos procesos legislativos con sus adversarios politicos.
Sus adversarios han amenazado implementar tácticas agresivas para extraer grandes concesiones de las negociaciones.
Pero ahora estos desacuerdos y enfrentamientos amenazan con dejar sin fondos al gobierno federal estadounidense, y hasta con hacer caer al país en incumplimiento de pagos de su deuda pública.
Rolando HinojosaAdemás de tener que buscar mecanismos para impulsar la lenta recuperación económica de su país, el presidente estadounidense Barack Obama ha enfrentado diversos procesos legislativos con sus adversarios politicos.
Sus adversarios han amenazado implementar tácticas agresivas para extraer grandes concesiones de las negociaciones.
Pero ahora estos desacuerdos y enfrentamientos amenazan con dejar sin fondos al gobierno federal estadounidense, y hasta con hacer caer al país en incumplimiento de pagos de su deuda pública.
El lunes 30 de septiembre es la fecha límite para la aprobación del presupuesto federal para el siguiente año fiscal, que comienza el primero de octubre.
De no aprobarse un presupuesto, el gobierno federal estadounidense tendrá que suspender la mayoría de sus operaciones hasta que se resuelva su situación fiscal, algo que no ha ocurrido desde 1996.
Sin presupuesto
La Cámara Baja del Congreso aprobó el pasado viernes una propuesta fiscal para retirar el financiamiento al polémico programa de salud conocido como Obamacare; la iniciativa de ley fue enviada al Senado.
En la Cámara Alta, a pesar de la oposición por parte de los senadores republicanos, se espera que se remueva la sección que retira el financiamiento para el Obamacare y que se apruebe la iniciativa, enviándola de regreso a la Cámara de Representantes para aprobar su versión final.
Si en este punto John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes, permite que se vote la iniciativa aprobada por el Senado, es probable que la medida sea aprobada, aunque no cuente con el apoyo del Partido Republicano.
Aunque un presupuesto como el que actualmente se contempla no sería ideal, pues según autoridades del Fondo Monetario Internacional y la Reserva Federal incluye recortes en gasto público que frenarán la recuperación económica, su aprobación lograría evitar una suspensión del gobierno federal.
El techo de deuda
Pero aun la aprobación de esta medida no será suficiente, ya que el secretario del Tesoro, Jack Lew, ha advertido a los legisladores que el próximo 17 de octubre el gobierno federal estadounidense se topará con el techo de deuda, el límite impuesto a la emisión de deuda para cubrir obligaciones previamente aprobadas.
Sin poder emitir deuda, el gobierno tendrá 30 mil millones de dólares en fondos disponibles, que no es suficiente para cubrir sus obligaciones diarias que alcanzan a llegar a los 60 mil millones de dólares.
Sin poder cubrir sus obligaciones, Estados Unidos caería en incumplimiento de pagos, algo sin precedente histórico.
El Departamento del Tesoro ha señalado que los efectos negativos de una suspensión gubernamental serían dañinos, pero que no se compararían con los que se presentarían si se pone en duda la credibilidad crediticia de los Estados Unidos.
Un fenómeno como este pondría en caos a los mercados financieros internacionales, y hundiría a Estados Unidos en una crisis peor que a la que se enfrentó en el 2008.
A diferencia de ocasiones anteriores, Obama ha dicho que bajo ninguna circunstancia negociará el levantamiento del techo de deuda con sus oponentes, ya que es una medida necesaria y no una discrecional, y por lo tanto no debe de utilizarse para extraer concesiones que no pudieron obtenerse por medios democráticos.
Sin embargo, los legisladores republicanos ya publicaron una larga lista de demandas que solicitan a cambio de una suspensión de un año del techo de deuda, y han indicado que no abandonarán su postura.