La batalla por la nube
Diane Greene, contratada por Google a finales del año pasado para dirigir su negocio de nube informática, equiparó a la “revolución de la nube” con la revolución industrial.
La nube es un servicio que le permite a las corporaciones construir y operar software para sus necesidades particulares sin tener que montar una onerosa estructura de hardware.
Aunque la comparación de Greene puede sonar exagerada, sobre todo si se considera que cada nuevo proyecto de Silicon Valley está acostumbrado a prometer cambios disruptivos, el negocio es prometedor.
Rodrigo CarbajalDiane Greene, contratada por Google a finales del año pasado para dirigir su negocio de nube informática, equiparó a la “revolución de la nube” con la revolución industrial.
La nube es un servicio que le permite a las corporaciones construir y operar software para sus necesidades particulares sin tener que montar una onerosa estructura de hardware.
Aunque la comparación de Greene puede sonar exagerada, sobre todo si se considera que cada nuevo proyecto de Silicon Valley está acostumbrado a prometer cambios disruptivos, el negocio es prometedor.
La investigadora de mercados Gartner estima que el mercado actual de la nube informática es de 20 mil millones de dólares y que crecerá a una tasa anual de 35 por ciento en el corto plazo. Esto no es una afirmación aislada. Forrester, una firma de investigación que analiza empresas tecnológicas, considera que para el 2020 el negocio de la nube informática tendrá un valor de 191 mil millones de dólares.
A pesar de que Amazon es el líder de este servicio, con ventas de 8 mil millones de dólares el año pasado, sus competidores más cercanos aún consideran que la industria está en proceso de consolidación y que esto ofrece una ventana de oportunidad para robar participación de mercado.
Aunque el negocio de Microsoft e IBM ha crecido recientemente, Google es considerado como la mayor amenaza para la dominancia de Amazon.
El emporio de Google
La compañía fundada por Sergey Brin y Larry Page es referida como la firma de Silicon Valley con la gama de servicios y aplicaciones más amplia de la industria.
Su tamaño le permite utilizar economías de escala para convertirse en un jugador competitivo en el negocio de la nube. Su más reciente logro fue el de firmar a Apple como cliente para este servicio.
Una parte fundamental del modelo de negocios de este servicio depende de los centros de datos con los que cuenta cada compañía. La localización es importante ya que permite incrementar la velocidad de reacción y lidiar con regulaciones que limitan a ciertos datos para su uso exclusivo en un determinado país o región.
Amazon tiene 12 centros y planea construir cinco más. Por otra parte, una de las estrategias de Diane Greene para convertir a Google en el mayor proveedor de servicios de nube es el de extender la red de centros de datos, actualmente limitado a tres entidades. En los próximos meses se abrirán nuevos centros en Oregón y Japón, como parte de un plan que pretende quintuplicar el tamaño de esta red.
Cambio de enfoque
Tradicionalmente, Silicon Valley ha priorizado el desarrollo tecnológico sobre las estrategias de marketing.
Diane Greene ha probado que las reglas del juego de esta industria cambian en la carrera por el negocio de la nube informática.
Google se congratula de tener el servicio de nube más avanzado del mundo. Sin embargo, esto no se tradujo en mayores ventas porque los clientes están pidiendo un servicio menos técnico y más accesible.
En ese sentido, los esfuerzos de Google se están reorientando para privilegiar la atención al cliente y una estrategia de marketing más profunda que les permita llegar a una base más amplia de clientes que se extienda más allá de la industria de las tecnologías de la información.