La burbuja tecnológica

En los últimos años, lo que está de moda entre los inversionistas de la bolsa son las acciones de compañías tecnológicas, entre ellas Facebook, y próximamente Twitter, que está en proceso de realizar su Oferta Pública Inicial (IPO por sus siglas en inglés) para empezar a cotizar en la bolsa. 

Sin embargo, el 68 por ciento de compañías del sector tienen pérdidas, según datos recopilados por Jay Ritter, profesor de la Universidad de Florida. 

Jorge Polanco Jorge Polanco Publicado el
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Por ciento de retorno para el primer mes logran en la bolsa las compañías tecnológicas

En los últimos años, lo que está de moda entre los inversionistas de la bolsa son las acciones de compañías tecnológicas, entre ellas Facebook, y próximamente Twitter, que está en proceso de realizar su Oferta Pública Inicial (IPO por sus siglas en inglés) para empezar a cotizar en la bolsa. 

Sin embargo, el 68 por ciento de compañías del sector tienen pérdidas, según datos recopilados por Jay Ritter, profesor de la Universidad de Florida. 

En el 2012, Twitter tuvo pérdidas de 79 millones de dólares, y los años pasados no han sido mucho mejores, en el 2011 tuvo su mayor pérdida registrada con 164 millones de dólares.

El mercado sigue dándole mucha consideración a dicho sector, aun con sus millonarias pérdidas. Y es que de las 28 compañías tecnológicas que entraron este año, las acciones del sector generaron un retorno promedio de 39 por ciento en su primer mes. 

Esta cifra supera al rendimiento de las empresas que provocaron la explosión de la burbuja del “dot-com” en el 2001.

La apuesta al Internet

A finales de los 90 hasta el 2001, el auge del Internet le dio a los mercados la sensación de que sería un cambio radical en cómo se harían los negocios. 

Muchos inversionistas le apostaron a dicho cambio, dando lugar a grandes crecimientos en las acciones de las empresas relacionadas al Internet (dot-com), pero fue a inicios del 2001 que se dieron cuenta de que sobreestimaron el poder del Internet respecto al B2C. 

Esto trajo como consecuencia grandes pérdidas, o incluso la desaparición, de muchas empresas del sector, trayendo a su vez la entrada de una ligera, pero larga recesión. 

Cuando Facebook incursionó en la bolsa en mayo del 2012, no comenzó entre las mejores tendencias. 

Muchos inversionistas se cuestionaban sobre el verdadero potencial de la red social como una empresa generadora de ingresos.

Pero ya sea por ganar, por especulación o porque realmente estén esperando algo que haga a las tecnológicas una verdadera fuente de riquezas, lo cierto es que estamos viviendo una “burbuja tecnológica” que podría terminar reventando en cualquier momento.

El reciente Premio Nobel de economía, Robert J. Shiller, señala que una burbuja especulativa es “una situación en que las noticias de los aumentos de precios alimentan el entusiasmo de los inversores, que se difunde por contagio psicológico de una persona a otra y en el proceso amplifica historias que pueden justificar esos aumentos”. 

Esto sucede hasta que un grupo de inversionistas se den cuenta de que el precio del activo no justifica su verdadero valor, a lo que nos lleva a una estampida de accionistas queriendo vender dichas acciones. 

Aunque suene un poco exagerado, realmente ha sucedido, y según diversos analistas, puede volver a suceder con estas empresas.

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