El lunes inició en Farnborough, Inglaterra, uno de los shows aéreos más importantes del mundo.
El Show Farnborough, la reunión del sector aeroespacial, se realiza cada año par y se intercala con el Show de París, que sucede cada año impar.
De acuerdo al encargado de la organización del evento, Shaun Ormrod, este año más de 4 mil empresas montarán exhibiciones, buscando venderle a miles de empresas, gobiernos y millonarios.
Como su hermano de París, el show es famoso por la develación de aeronaves y tecnología nueva.
Este año no es la excepción. Una de las exhibiciones más grandes y que provoca gran expectación es la del Virgin Galactic Spaceship II, una aeronave liderando lo que se conoce como turismo espacial.
Se espera que en un futuro, por una módica cantidad de 200 mil dólares, se pueda volar desde Nuevo México a bordo del Spaceship II hasta una altura en la que se experimentará la gravedad cero por 6 minutos.
Según el noticiero ABC, más de 400 personas ya se han inscrito para volar.
Tras bambalinas
Sin embargo, otro espectáculo, aunque fuera de vista, también está ocurriendo.
Boeing y Airbus, las dos míticas empresas aeroespaciales, se encuentran peleando por la dominancia del mercado de aviones comerciales.
A pesar de las condiciones económicas, algunos están optimistas.
El director general de Boeing dijo públicamente al inicio del evento que su empresa pronto “le ganará en ventas a Airbus y por muchos años más”.
Su producto estelar este año es el Boeing 737 Max, que es uno de los aviones comerciales más eficientes en uso de gasolina. Para las aerolíneas, que han estado bajando costos desde hace varios años, ese avión representa una buena inversión.
También se ha dado a conocer que los dos grandes productores no han podido darse abasto con las órdenes de aviones nuevos.
En entrevista con Bloomberg, el director de Qatar Airways, la aerolínea del medio oriente, comentó que están cortos de aviones y que Airbus no ha podido entregar los aviones Superjumbo A380 con suficiente velocidad.
Donde la situación se ve más nublada es en el área de defensa.
Los altos déficits fiscales de muchos países que gastan fuertemente en defensa, incluyendo Estados Unidos, han obligado recortes que lastiman a los productores.
El director del departamento de defensa de Boeing, Dennis Muilenburg, incluso asegura que algunos de sus proveedores se encuentran bajo fuertes presiones financieras y consolidándose para sobrevivir.
Queda por ver si Boeing por fin aterrizará a su eterno rival Airbus.