La corrupción es un concepto que molesta a todos, ya que representa un abuso de poder por parte de la gente que representa a la sociedad.
Inclusive se ha planteado como uno de los principales problemas para el desarrollo económico, sin embargo puede no ser el caso.
Sin relación negativa
Chris Blattman, profesor de la Universidad de Columbia, explica que el impacto de la corrupción es un fenómeno que usualmente se exagera.
Empieza por explicar que hay estudios que no han encontrado una relación negativa entre el crecimiento y la corrupción. Cita el ejemplo de una investigación que tomó en cuenta 41 países, donde no se encontró relación significativa entre estas variables.
Por un lado subraya que la corrupción puede promover la eficiencia y el crecimiento al darle ventaja a las empresas más competitivas.
Aunque suene como falta de ética, su argumento tiene lógica.
En países pequeños donde la industria no ha sido del todo desarrollada, las empresas más eficientes pueden pagar las “mordidas” que fungen como un tipo de impuesto y crecer más rápido.
Otra forma de ver la corrupción es como un efecto del bajo desarrollo económico y no como una causa de esto. Inclusive habla de que la corrupción es un factor que ha distraído a las autoridades políticas internacionales de los verdaderos problemas del desarrollo.
El incentivo del derecho de propiedad
Blattman considera que la corrupción no debería ser materia tan importante como los derechos de propiedad o las políticas de desarrollo industrial.
Tiene sentido que se profundice en el caso de derechos de propiedad, ya que si los encargados de innovar tecnología, o procesos industriales, no tienen garantía de que van a sacar provecho de esto, no tienen incentivos de desarrollar su investigación, esto detiene el crecimiento de las empresas y por tanto la inversión y el empleo.
Por otro lado el desarrollo industrial es lo que fomenta más número de empleos con mayores remuneraciones.
El autor da el ejemplo de que los países más ricos pueden preocuparse por combatir la corrupción de países pobres, pero si solo siguen comprando productos agrícolas, no tendrán beneficios grandes.
Es verdad que la corrupción debe ser detenida porque desde un punto de vista ético es negativo, además de que hay robo de riqueza, lo cual es ilegal, sin embargo hay cuestiones más importantes y urgentes en la agenda del desarrollo global.