La decisión del verano
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), el banco central más influyente del mundo, publicó ayer las minutas de su última reunión de política monetaria.
La mejora de los indicadores económicos de Estados Unidos y la percepción de un menor riesgo del entorno financiero global han abierto la puerta para que los miembros de la Fed opten por realizar un alza en la tasa de interés de referencia en sus siguientes reuniones, ya sea en junio o en julio.
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), el banco central más influyente del mundo, publicó ayer las minutas de su última reunión de política monetaria.
La mejora de los indicadores económicos de Estados Unidos y la percepción de un menor riesgo del entorno financiero global han abierto la puerta para que los miembros de la Fed opten por realizar un alza en la tasa de interés de referencia en sus siguientes reuniones, ya sea en junio o en julio.
Esta posición de política monetaria se encuentra en línea con la proyección de la Fed de que se realizarán dos subidas de los tipos de interés a lo largo del año.
En un momento en el que la economía global atraviesa por un periodo de bajo crecimiento y los principales bancos centrales del mundo mantienen políticas de estímulo, la Fed se dirige hacia la dirección contraria al buscar normalizar su política monetaria.
En diciembre, el banco central estadounidense elevó su tasa de interés de referencia desde niveles cercanos a cero por primera vez en casi una década. Este paso sucedió a la terminación de un programa de políticas poco convencionales que incluyó medidas de estímulo como la compra masiva de activos financiada con un incremento de la oferta monetaria.
Normalizar o morir en el intento
Sin embargo, el camino de la Fed hacia la normalización no ha sido fácil. Los altos niveles de volatilidad financiera de la segunda mitad del 2015 y las primeras semanas del 2016 sonaron las alarmas al interior del banco central estadounidense.
Conforme se enviaban señales de que la política monetaria estadounidense adquiriría un tono más restrictivo, los mercados financieros reaccionaban con turbulencia.
De acuerdo al discurso de la Fed, los eventos globales ganaron cada vez más peso en el proceso de toma de decisión del banco central. Alexander Friedman, director general de la firma de inversión GAM Holding, argumenta que la estabilidad financiera global se convirtió en un mandato implícito para la Fed.
Además, la debilidad de la economía de Estados Unidos en el primer trimestre del 2016 pausó casi por completo el plan de la Fed de subir su tasa de interés de referencia de manera gradual. En los primeros tres meses del año, el producto interno bruto creció a una raquítica tasa anual de 0.5 por ciento.
Sin embargo, el escenario económico, doméstico y global, se encuentra en un punto de inflexión. John Williams, presidente de la Fed de San Francisco, dijo esta semana que los datos se están alineando para armar un caso sólido a favor de un incremento en las tasas de interés.
El martes, el Departamento de Comercio de Estados Unidos publicó tres indicadores clave que apuntan hacia un crecimiento más fuerte en el segundo trimestre del 2016.
El mayor dinamismo de la producción industrial y la consolidación del sentimiento alcista del sector inmobiliario representan la base del pronóstico del banco regional de la Fed de Atlanta de que la economía estadounidense crecerá 2.5 por ciento en términos anualizados en el segundo trimestre del año.
No obstante, el indicador más importante para armar un caso a favor de un alza de tasas de interés es la inflación.
En los últimos cuatro años, la inflación ha registrado niveles por debajo del objetivo de 2 por ciento. Pero, el índice inflacionario utilizado por el banco central que excluye el efecto de los alimentos y los energéticos sobre los precios avanzó 1.6 por ciento en marzo en términos anualizados. La publicación de este indicador cambió la perspectiva del mercado respecto de la posible alza de tasas por parte de la Fed.
El mercado se acomoda
De acuerdo a la posición de los inversionistas en los futuros de los fondos federales, el mercado asigna una probabilidad de 19 por ciento de que la Fed determine un alza de los tipos de interés en su siguiente reunión de junio.
La probabilidad para la reunión de julio es de 40 por ciento, casi el doble respecto a lo que estaba pronosticado hace dos semanas.
Asimismo, la probabilidad de que la Fed incurra en un incremento de las tasas de interés para finales de año es de 68 por ciento, 15 puntos porcentuales más arriba de lo que estaba previsto hace quince días.
Dennis Lockhart, presidente de la Fed de Atlanta, declaró el martes que existe la posibilidad de que el banco central realice dos e incluso tres alzas de los tipos de interés a lo largo del 2016.
Esta postura contrasta con la perspectiva que ha mantenido el mercado, la cual apuesta al mantenimiento del status quo. Al respecto, Eric Rosengren, presidente de la Fed de Boston, señaló recientemente que el mercado podría estar subestimando el discurso alcista de la Fed.
A pesar de que las minutas hacen referencia al desvanecimiento de los riesgos del entorno global, se menciona explícitamente la posible salida de Reino Unido de la Unión Europea y una potencial crisis cambiaria de China como dos eventos que podrían desestabilizar a los mercados financieros y cambiar la postura de política de la Fed.