Amparo Serrano recuerda que de pequeña solía acompañar a su madre a peregrinar a la Basílica de Guadalupe, entonces creó un lazo especial con esta imagen religiosa.
La emprendedora cuenta a Reporte Índigo que inició su camino hace más de 20 años cuando pintaba esculturas de cerámica, entre ellos artículos religiosos, que vendía entre familiares y amigos.
Entonces dibujó una caricatura de la Virgen de Guadalupe, sin saber que se convertiría en la “madrina” de su empresa, que en la actualidad cuenta con puntos de venta dentro de las principales tiendas departamentales y 30 tiendas a nivel nacional.
Amparín, como la llaman sus amigos, se declara feliz de que a personas de todas las edades les gusten los artículos de la marca Virgencita Plis, ya que además de tener una parte religiosa, la Virgen de Guadalupe es es un ícono de México y en su marca se combinan ambas características.
La ahora empresaria cuenta que fans de la marca le aplauden porque creó una imagen de la Virgen que es más cercana y tierna, que acompaña a las personas en platos, mochilas, tazas o aretes.
Virgencita Plis también tiene algunos detractores, quienes consideran que caricaturizar la imagen de la Virgen del Tepeyac y otras figuras religiosas como San Judas Tadeo es una falta de respeto para la religión católica.
Como ejemplo, Amparín cuenta que pintó una Virgen especial para su nana, figura que no quisieron bendecir en una iglesia, y aunque considera que su trabajo no es un acto irrespetuoso, la diseñadora mexicana no polemiza sobre las opiniones respecto a su exitosa marca.
Aunque no lo pareciera, Virgencita Plis se ha encontrado con un lado oscuro: el de la piratería.
Serrano cuenta que además de los diversos productos pirata de Distroller que se comercializan a través del mercado informal, se ha encontrado con estos productos en países como Francia.
Los productos de la marca Virgencita Plis en un inicio representaba el 90 por ciento de su catálogo, en la actualidad equivale sólo el 40 por ciento, mientras que el resto lo ocupan otros personajes y juguetes, como los famosos muñecos Neonatos, y otros personajes entre ellos la Frida Kalho.
Por ahora, los productos que Amparín crea se venden en países de América Latina y realiza algunas modificaciones para que puedan ser comercializados dentro del mercado estadounidense.
“Yo soy católica y fanática de la Virgen y por ahora sé que voy por buen camino.