La evasión empresarial
Para Estados Unidos el mayor problema en cuanto a la evasión fiscal no tiene que ver con individuos creando complejos esquemas ilegales, sino con empresas aprovechándose de estructuras legales para reducir sus obligaciones.
Un reporte de un subcomité del Senado de Estados Unidos, publicado en 2014, estima que el país pierde alrededor de 150 mil millones de dólares en ingresos fiscales potenciales debido a esquemas extranjeros.
Rolando Hinojosa
Para Estados Unidos el mayor problema en cuanto a la evasión fiscal no tiene que ver con individuos creando complejos esquemas ilegales, sino con empresas aprovechándose de estructuras legales para reducir sus obligaciones.
Un reporte de un subcomité del Senado de Estados Unidos, publicado en 2014, estima que el país pierde alrededor de 150 mil millones de dólares en ingresos fiscales potenciales debido a esquemas extranjeros.
Gabriel Zucman, profesor de economía en la Universidad de California en Berkeley, estima que Estados Unidos pierde anualmente 130 mil millones de dólares en ingresos fiscales (más del 86 por ciento del total) debido a que las empresas mueven sus ganancias hacia subsidiarias domiciliadas en lugares con una menor carga impositiva.
Uno de los ejemplos más famosos de estas técnicas es Apple, ya que la empresa dirige una parte significativa de sus ganancias a través de su subsidiaria irlandesa para evitar pagar miles de millones de dólares en gravámenes federales y estatales estadounidenses.
Otra estrategia que recientemente ha cobrado popularidad es la de usar inversiones corporativas, donde una empresa adquiere a otra que está domiciliada en un país con una baja tasa impositiva y la nueva compañía resultante obtiene este atractivo domicilio en el proceso.
Un ejemplo de este tipo de transacciones pudo verse cuando Burger King compró por más de 11 mil millones de dólares a la cadena canadiense Tim Hortons. A pesar de que Burger King era más grande, la empresa resultante de la fusión, Restaurant Brands International, está domiciliada en Canadá.
Alta e inefectiva
La razón por la cual las empresas estadounidenses buscan aprovechar cualquier excusa para declarar sus ingresos fuera de su país se debe a la alta tasa impositiva que tienen que pagar en casa.
La tasa impositiva corporativa promedio de Estados Unidos, combinando una tasa federal de 35 por ciento y un promedio de las tasas cobradas por diferentes Estados, es de 39.1 por ciento. Ésta es la más alta entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Sin embargo, la tasa efectiva promedio pagada por las empresas estadounidenses sobre sus ganancias es significativamente menor, de 20 por ciento, y ha seguido una tendencia de descenso desde hace décadas.
La investigación de Zucman muestra que alrededor de dos tercios de este declive efectivo se ha debido a esquemas de reubicación de ganancias hacia domicilios con menores gravámenes.
Combaten evasión
Las autoridades estadounidenses no se han quedado cruzadas de brazos ante este abierto aprovechamiento de esquemas que reducen sus ingresos fiscales en cientos de miles de millones de dólares.
Un ejemplo de esto se vio en la propuesta fusión entre Pfizer y Allergan, que por 160 mil millones de dólares hubiese creado a la mayo empresa farmacéutica del mundo. Esta inversión hubiese dado a Pfizer un domicilio fiscal irlandés, reduciendo significativamente su pago anual de impuestos.
Sin embargo esta semana se anunció que la fusión no procedería, ya que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha impuesto restricciones que vuelven más difícil completar una inversión corporativa sin que la empresa resultante sea considerada como estadounidense para fines fiscales.