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En noviembre del año pasado, JPMorgan Chase, el banco más grande de los Estados Unidos, accedió a pagarle a las autoridades federales de su país 13 mil millones de dólares. El acuerdo entre Departamento de Justicia y el banco es una compensación por el rol que éste jugó, a través de la venta de activos basura respaldados con hipotecas, en la crisis financiera del 2008.
Con este acuerdo, llamado por los procuradores de justicia como el más grande en la historia entre una corporación y el gobierno estadounidense, el resto del sector financiero puede tener una idea de lo que tendrían que pagar en procesos similares. Y la factura, al parecer, será sustancial.
The New York Times reporta que, en un reporte preparado para una institución involucrada, la cantidad total que 16 de los bancos de Wall Street, excluyendo a JPMorgan Chase, tendrían que pagar para evitar una sentencia judicial se estima en 50 mil millones de dólares -el equivalente aproximado de la mitad de las ganancias anuales totales de los mayores bancos estadounidenses durante el 2012.
Entre los bancos que se estima tendrían que pagar más se encuentra Bank of America, con 16.7 mil millones de dólares; seguido del Royal Bank of Scotland, con 10 mil millones de dólares.
También figuran Goldman Sachs, con 3.4 mil millones de dólares; Morgan Stanley, con 3 mil millones de dólares, y Citigroup, con mil millones de dólares.
El resto de la factura, casi 16 mil millones de dólares, se repartiría en multas menores a mil millones de dólares para el resto de los bancos, incluyendo a Wells Fargo, Credit Suisse, UBS, Deutsche Bank, Barclays y HSBC, entre otros.
Por si la cifra no fuera suficiente, el razonamiento legal detrás del acuerdo con JPMorgan y las declaraciones posteriores de las autoridades, que indican que podrían utilizar el mismo método contra otros bancos, han puesto en alerta a los directivos de estas instituciones.
Sobre todo se teme que el gobierno, que está bajo presión de castigar a los bancos por su participación en la crisis inmobiliaria, tome el acuerdo de JPMorgan Chase como bandera para perseguir con mayor vehemencia a los bancos, lo cual resultaría en costos más altos en sus acuerdos.
Ejecutivos entrevistados por The New York Times revelan que el acuerdo de JPMorgan los ha puesto bajo presión para resolver sus propias demandas en los próximos meses.
Además, Reuters reporta que bancos como Bank of America, Citigroup, Goldman Sachs y Morgan Stanley han agregado cientos de millones de dólares a los fondos que han reservado para cubrir sus costos de litigación.
De hecho, Bloomberg reporta que los seis mayores bancos estadounidenses reservaron el año pasado la mayor cantidad de fondos destinados a costos legales desde el 2008.
Costosos castigos
En el 2013, JPMorgan Chase pagó en total 23 mil millones de dólares en acuerdos con las autoridades relacionados con investigaciones de prácticas ilícitas como fraudes y manipulación de mercados.
Esto llevó a la primera pérdida trimestral para el banco desde el 2005, y redujo en 16 por ciento los ingresos netos anuales del banco.
El ejemplo de JPMorgan Chase ilustra el significativo impacto negativo que las investigaciones y demandas pueden tener para los bancos, y es particularmente relevante al considerar que algunos de los mayores bancos del mundo probablemente pasarán los próximos años hundidos en estos procesos.
Por lo menos una docena de empresas están siendo investigadas en Estados Unidos, el Reino Unido, Suiza y otros países, acusadas de manipular tasas de interés de referencia, mercados de commodities y de divisas y utilizar información privilegiada, entre otras actividades cuestionables.
Además, después de este año de investigaciones y castigos para los bancos, aún hay cuestionamiento de la situación de los mismos por parte de los especialistas.
The New York Times reporta que Paul Singer, fundador de la manejadora de fondos Elliott Management, declaró en Davos que se mantiene escéptico de que los mercados financieros sean más seguros ahora que antes de la crisis, a pesar de la regulación que se ha implementado.
Singer se dice en desacuerdo con la idea de que los bancos “entienden incuestionablemente” los riesgos potenciales de sus operaciones y activos; subraya que “muchas de las mayores instituciones financieras del mundo no tenían idea acerca del carácter y riesgos de las invenciones de sus operadores y de otras partes de sus instituciones”.
Reputaciones manchadas
Pero aun si los bancos terminan pagando estos costosos acuerdos con las autoridades, su reputación ante el público no será restaurada tan fácilmente.
Los bancos e instituciones financieras son la industria menos confiable para el público del mundo, según reveló una encuesta global publicada este mes por Edelman, una empresa de relaciones públicas.
Hablando el año pasado durante un panel de discusión en la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, Jamie Dimon, director ejecutivo de JPMorgan Chase, dijo que la condena pública de los bancos y sus ejecutivos estaba lejos de terminarse. A un año de distancia, las declaraciones de Dimon parecen haber resultado proféticas.
Parte de la agenda de este año para la reunión en Davos que inició ayer es la confianza en los bancos y la seguridad de los mercados financieros.
Dimon, junto con los líderes de otros de los mayores bancos del mundo, vuelve a Davos después de un año lleno de investigaciones, multas, acuerdos con las autoridades y nuevas regulaciones diseñadas para evitar otra crisis financiera.
En entrevista con Bloomberg, Guillermo Ortiz, presidente del consejo administrativo de Grupo Financiero Banorte, indica que para que los bancos recuperen la confianza del público será necesario “pensar en volver a lo básico. Tendrán que obtener ganancias dándole servicio a clientes y no apostando entre ellos en mercados sin relación con la economía”.